Jueves 28 de marzo de 2024

El Papa rezó por la paz y el fin de la violencia

  • 31 de julio, 2016
  • Cracovia (Polonia)
El papa Francisco se salió del itinerario de su programa, esta tarde, poco antes de llegar al Campo de la Misericordia donde lo esperaban cientos de miles de jóvenes para la vigilia de oración, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, para visitar la Iglesia de San Francisco, cercana al arzobispado de Cracovia, para rezar ante las reliquias de los dos sacerdotes polacos, Michal Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski asesinados en Perú por Sendero Luminoso en 1991, en la localidad de Pariacoto y que fueron beatificados por el papa Francisco el 5 de diciembre junto al sacerdote italiano Alessandro Dordi, de la diócesis de Bergamo.
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El papa Francisco se salió del itinerario de su programa, esta tarde, poco antes de llegar al Campo de la Misericordia donde lo esperaban cientos de miles de jóvenes para la vigilia de oración, en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud, para visitar la Iglesia de San Francisco, cercana al arzobispado de Cracovia, para rezar ante las reliquias de los dos sacerdotes polacos, Michal Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski asesinados en Perú por Sendero Luminoso en 1991, en la localidad de Pariacoto y que fueron beatificados por el papa Francisco el 5 de diciembre junto al sacerdote italiano Alessandro Dordi, de la diócesis de Bergamo.

El Santo Padre besó un relicario con las reliquias y estuvieron presentes algunos familiares de los sacerdotes mártires. El padre Stzalkowski tenía 33 años y el padre Tomaszek 31.

Junto a los franciscanos y los familiares el Papa rezó por la paz y la defensa de la violencia y del terrorismo.

"Venimos hoy a implorarte que ampares al mundo y a sus habitantes con la paz, alejando de él el destructivo oleaje del terrorismo, restaurando la amistad y derramando en los corazones de tus criaturas el don de la confianza y la prontitud para perdonar", rezó Francisco.

Y rogó "por los heridos en los ataques terroristas: los niños y los jóvenes, las mujeres y los hombres, los ancianos, las personas inocentes y los que han sido agredidos por casualidad. Sana su cuerpo y el corazón, que se sientan fortalecidos por tu consuelo, aleja de ellos el odio y el deseo de la venganza".

"Santo Espíritu Consolador, visita a las familias que lloran la pérdida de sus familiares, víctimas inocentes de la violencia y el terrorismo. Cúbreles con el manto de tu divina misericordia. Que encuentren en Ti la fuerza y el valor para continuar siendo hermanos y hermanas de los demás, especialmente de los extranjeros y los inmigrantes, testimoniando con su vida tu amor.

"Mueve los corazones de los terroristas para que reconozcan la maldad de sus acciones y vuelvan a la senda de la paz y el bien, el respeto por la vida y la dignidad de cada ser humano, independientemente de su religión, origen o status social".

"Dios, Eterno Padre, escucha compasivo esta oración que se eleva hacia Ti entre el estruendo y la desesperación del mundo. Llenos de confianza en tu infinita Misericordia, confiando en la intercesión de tu Santísima Madre, fortalecidos con el ejemplo de los beatos mártires de Perú, Zbigniew y Michal, que has convertido en valientes testigos del Evangelio hasta derramar su sangre, nos dirigimos a Ti con gran esperanza, suplicando el don de la paz y pidiendo que alejes de nosotros el látigo del terrorismo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén".+