Jueves 21 de noviembre de 2024

El Papa oficiará una misa en Rabat para 10 mil personas, en su mayoría migrantes

  • 12 de marzo, 2019
  • Casablanca (Marruecos)
Los arzobispos de Rabat, monseñor Cristóbal López y de Tánger, monseñor Santiago Agrelo, ofrecieron una rueda de prensa en Casablanca (Marruecos) para dar detalles de la próxima visita del papa Francisco a Marruecos, los días 30 y 31 de marzo.
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Los arzobispos de Rabat, monseñor Cristóbal López y de Tánger, monseñor Santiago Agrelo, ofrecieron una rueda de prensa en Casablanca (Marruecos) para dar detalles de la próxima visita del papa Francisco a Marruecos, los días 30 y 31 de marzo.

El papa Francisco, visitará Marruecos los próximos 30 y 31 de marzo, en el marco de su visita celebrará una misa para 10.000 personas, mayoritariamente migrantes, en un complejo deportivo de las afueras de Rabat.

Estos detalles fueron dados por los arzobispos de Rabat, monseñor Cristóbal López, y de Tánger, monseñor Santiago Agrelo, en una rueda de prensa en la iglesia Nuestra Señora de Lourdes de Casablanca en la que informaron sobre esta visita histórica, muy distinta a la que realizó el papa Juan Pablo II en 1985 a la ciudad de Casablanca.


Los migrantes
Los migrantes, que forman ahora la mayoría de los aproximadamente 30.000 católicos en Marruecos, proceden de numerosas nacionalidades y son en general muy jóvenes.

Para ellos, la Iglesia ha previsto traslados en autobús desde las ciudades donde residen hasta el Complejo Deportivo Mulay Abdalah, para asistir a esa misa que será el broche final de la visita papal.

Monseñor Agrelo explicó que los migrantes vendrán para "escuchar del Papa una palabra clara sobre la situación de estas personas en tránsito, indefensos jurídicamente, cuya situación no la desearía ni para mi, ni para mis hijos".

La misa no será el único momento que tendrá el Papa para reunirse con los migrantes, ya que el día de su llegada Francisco visitará también el centro de Cáritas en Rabat, dedicado fundamentalmente a la atención a los migrantes, donde cooperantes católicos les asisten en cuestiones sanitarias, educativas y legales.

El Papa también visitará el domingo 31 un centro, regentado por las religiosas españolas, Hijas de la Caridad, que dan asistencia a enfermos siquiátricos y servicios de guardería rural, además de un centro único en Marruecos de cura de grandes quemados.





El rey anfitrión de Francisco
El papa Francisco será recibido, en el mismo aeropuerto de Rabat, por el rey Mohamed VI, quien tendrá con el pontífice unas deferencias excepcionales, pues lo acompañará durante buena parte de la tarde del día 30 y presidirá con él varios actos.

Así, lo recibirá en audiencia en el Palacio Real -una entrevista privada más otra con las delegaciones-, y juntos irán a la explanada de la Torre Hasán, donde se reunirán con personalidades de la sociedad civil marroquí, y allí ambos pronunciarán sendos discursos, según explicaron los organizadores.

Tras hacer una ofrenda floral en el mismo lugar ante las tumbas de los anteriores reyes -el padre y el abuelo de Mohamed VI-, el rey lo acompañará al Instituto de Imanes de la capital, un lugar simbólico por la significación de ambos dirigentes como líderes religiosos y "promotores en sus respectivos mundos de valores de moderación y reforma", dijeron los obispos.


Un Ángelus ecuménico
Otro de los momentos simbólicos de la visita será el rezo del Ángelus en la catedral de San Pedro de Rabat, uno de los templos más antiguos de Marruecos, el día 31, un acto al que han sido invitados representantes de las demás confesiones cristianas de Marruecos (protestantes, anglicanos y ortodoxos) y que será retransmitido en directo a todo el mundo.

Los obispos destacaron que el viaje de Francisco tendrá una dimensión muy marcada de diálogo interreligioso y de fraternidad entre las distintas confesiones, pero excluyeron que exista ningún gesto o acercamiento a la comunidad marroquí de conversos cristianos.

Monseñor López dijo al respecto que la iglesia católica no está para exigir derechos para los cristianos marroquíes, ya que esa reivindicación "debe salir de la sociedad marroquí", pero añadió: "Estaríamos felices de que el pueblo marroquí pudiera gozar de todas las libertades, religiosa y de conciencia".

En Marruecos, los ciudadanos solo pueden ser legalmente musulmanes o judíos, y legalmente es imposible convertirse al cristianismo; los que lo han hecho practican su fe en la clandestinidad y no tienen derecho a templos, cementerios ni nombres cristianos. +