Con la reunión del Papa con Macron, concluye la visita a Córcega
- 15 de diciembre, 2024
- Córcega (Francia) (AICA)
"Le agradezco este gesto de venir aquí. Refleja su personalidad, buscando el diálogo", destacó el presidente francés, en el marco de una charla en una sala del aeropuerto Napoleón Bonaparte.

Un encuentro privado entre el Papa Francisco y el presidente francés Emmanuel Macron fue el último acto de la visita apostólica de nueve horas del Santo Padre a Córcega.
"Le agradezco este gesto de venir aquí. Refleja su personalidad, buscando el diálogo. Muchas gracias por el tiempo que me ha dedicado", dijo el mandatario francés.
El Papa y el presidente entraron juntos a una pequeña sala del aeropuerto Napoleón Bonaparte, poco antes de las 18. Acompañados de sus respectivas delegaciones, tomaron asiento en la sala decorada con las banderas de la Ciudad del Vaticano, de Francia y de Europa, y amueblada con dos sillas, una de ellas con el emblema papal.
Como en audiencias anteriores, en el Vaticano, en Marsella en 2023 o en la Cumbre del G7, Macron expresó calidez hacia el Papa.
Inmediatamente, le obsequió un gran libro dedicado a la catedral de Notre Dame, recientemente restaurada tras el devastador incendio de 2019 y reabierta al público hace apenas una semana.
El Papa correspondió, entregándole al presidente galo medallas de su pontificado y documentos de su magisterio.
En concreto, Francisco le entregó un ejemplar de la exhortación apostólica Evangelii gaudium, y le señaló a Macron la página donde se cita la recomendación de Santo Tomás Moro, muchas veces repetida por el Papa en sus discursos: no perder nunca el sentido del humor, a lo que Macron respondió con una sonrisa y estrechó la mano del Papa.
A continuación, el presidente expresó que había sido testigo de la alegría del pueblo corso, que estaba "muy orgulloso" de haber acogido por primera vez a un Papa.
Asimismo, le agradeció a Su Santidad la visita, "en nombre de Córcega y de Francia", al tiempo que reconoció el sufrimiento causado por un ciclón en el archipiélago francés de Mayotte, que se cobró cientos de vidas y había sido recordado por el Papa durante el Ángelus.
A esto, siguió una charla a puertas cerradas, que marcó el acto final antes de la ceremonia de despedida en el aeropuerto, poniendo fin a una visita relámpago que añadió un nuevo capítulo a la historia de esa isla mediterránea.+