Viernes 26 de abril de 2024

El Instituto Cristífero cumplió 35 años de reconocimiento diocesano

  • 7 de abril, 2015
  • Azul (Buenos Aires) (AICA)
El 22 de marzo pasado se cumplieron 35 años del decreto del obispo de Azul, Mons. Manuel Marengo, por el que se autorizó en la diócesis la actuación pública y oficial del Instituto Cristífero, un instituto secular femenino de vida consagrada, actualmente de derecho pontificio, fundado por Beatriz Abadía con el asesoramiento de Mons. Miguel Hesayne, a quien se lo considera erróneamente también como fundador. En realidad el Instituto Cristífero, integrado por mujeres laicas, tiene casi sesenta años, ya que sus inicios se remontan al año 1954 en la ciudad bonaerense de 25 de Mayo por iniciativa de la joven Beatriz Abadía.
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El 22 de marzo pasado se cumplieron 35 años del decreto del obispo de Azul, monseñor Manuel Marengo, por el que se autorizó en la diócesis la actuación pública y oficial del Instituto Cristífero, un instituto secular femenino de vida consagrada, actualmente de derecho pontificio, fundado por Beatriz Abadía con el asesoramiento de monseñor Miguel Esteban Hesayne, a quien se lo considera erróneamente también como fundador.

En realidad el Instituto Cristífero, integrado por mujeres laicas, tiene casi sesenta años, ya que sus inicios se remontan al año 1954 en la ciudad bonaerense de 25 de Mayo por iniciativa de la joven Beatriz Abadía.

El Instituto se denomina cristífero (el que lleva a Cristo) porque en ese nombre se sintetiza el ser y el estilo de vida y de acción de sus integrantes. "Como María -explican- primera portadora de Jesús (primera cristífera), cada una de nosotras aspira desde lo más profundo de su ser, llevar en sí misma la sobreabundancia de la gracia de Cristo, para difundirla en y desde la comunidad que nos toca vivir y servir. Civil y personalmente no asumimos ninguna designación que nos distinga o separe de nuestra vida plenamente laical".

De ordinario las cristíferas viven en sus propias casas de familia y ejercen su profesión u oficio en el ámbito de sus respectivas comunidades.

Para responder a la específica vocación de signo evangelizador asumen las exigencias de los consejos evangélicos con los votos de Obediencia como Cristo obediente, de Pobreza como Cristo pobre, y de Castidad como Cristo virgen.

Los patronos del instituto son la Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora de la Visitación. Es la patrona principal del Instituto.

Veneran también con especial devoción a San José, custodio fiel de Jesús y María; a San Francisco de Sales, propulsor extraordinario de la espiritualidad cristiana laical y a Santa Teresa del Niño Jesús contemplativa con un característico espíritu misionero.

Breve historia del Instituto Cristífero
El Instituto Cristífero tuvo sus inicios en 1954 en la ciudad bonaerense de 25 de Mayo por iniciativa de la joven Beatriz Abadía y del entonces sacerdote Miguel Esteban Hesayne que se desempeñaba como vicario de la parroquia Nuestra Señora del Rosario.

Debido a que en ese momento en la Iglesia en la Argentina la consagración secular no tenía presencia, Beatriz Abadía tuvo la intuición de una consagración a Dios sin abandonar familia, trabajo y empeños eclesiales. Merced a la guía del padre Hesayne, Beatriz aceptó la propuesta de iniciar una experiencia de vida consagrada en el mundo y para el mundo, experiencia que fue muy pronto compartida por otras jóvenes movidas por el mismo deseo.

El 16 de diciembre de 1957 este instituto, con la previa autorización de la Curia Romana, recibió de parte del obispo de Azul, monseñor Manuel Marengo, la aprobación de los primeros Estatutos y el 22 de junio de 1964 se erigió en Pía Unión Cristífera.

El 22 de marzo de 1980 monseñor Marengo firmó el decreto de autorización del Instituto secular femenino Cristífero con sede en la diócesis de Azul.

Finalmente, el 21 de junio de 2011 la Santa Sede reconoció al Instituto Secular Cristífero merecedor de ser contado entre los Institutos seculares de derecho pontificio.

El anuncio oficial se hizo en la catedral Nuestra Señora del Rosario de Azul, el 27 de enero en una ceremonia que contó con la presencia del cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina; de monseñor Hugo Manuel Salaberry SJ, obispo de Azul, y de monseñor Miguel Esteban Hesayne, obispo emérito de Viedma y asesor espiritual del Instituto Cristífero.

Beatriz Abadía
Nació en la localidad bonaerense de 25 de Mayo en noviembre de 1930. Realizó sus estudios en su ciudad natal y allí también se desempeñó primero como docente y luego como asistente social en un Centro Materno Infantil y militó en las filas de la Acción Católica Argentina.

Movida por el deseo de "entregarse por completo al Señor", pero permaneciendo en el mundo, en su familia y lugar, pidió consejo al entonces padre Miguel Hesayne quien la animó a iniciar una experiencia sobre un instituto secular, una modalidad de vida consagrada que estaba naciendo en la Iglesia. Así comenzó, siempre con el acompañamiento y la guía del padre Hesayne, lo que con el tiempo sería el Instituto Cristífero.

Con muchas dificultades comenzaron a avanzar y se fueron uniendo algunas otras jóvenes. En 1959 Beatriz hizo sus primeros votos en su parroquia de 25 de Mayo.

En 1959 el padre Hesayne fue nombrado párroco de la Catedral de Azul y Beatriz con otra joven que había ingresado, se trasladaron a esa ciudad.

En 1960 monseñor Manuel Marengo, entonces obispo de Azul, la envió a Chile para realizar un Curso del ISCLA (Instituto Catequístico Latino Americano) en la Universidad Católica de Chile. A su regreso le pidió que organizara y dirigiera la catequesis diocesana y también la de la catedral, tarea que la llevó a recorrer toda la diócesis de Azul.

En 1962 organizó y dirigió un Curso de Teología para Laicos de tres años de duración.

En 1979 el episcopado fundó la Junta Nacional de Institutos Seculares de la Argentina (JISA) y Beatriz fue elegida presidenta por dos períodos consecutivos.

Desde entonces hasta la actualidad Beatriz Abadía siguió profundizando en el Carisma de los institutos seculares y lo que suponía esto para la vida. Acompañando en la formación a todas las que iban ingresando. Esta tarea la desarrollaba a través de la organización y coordinación de encuentros con y entre todos los miembros del Instituto, en largos diálogos personales, en material enviado periódicamente, en las visitas a los distintos lugares en que iban surgiendo candidatas y miembros del Instituto.

Habiendo ya varias Cristíferas preparadas, Beatriz pensó en renunciar a su cargo de responsable general, pero por consejo del cardenal Eduardo Pironio, prefecto de la Congregación para la Vida Consagrada, continuó al frente del Instituto hasta 1986.

Desde entonces Beatriz Abadía sigue acompañando a las nuevas responsables, cuidando fundamentalmente que se atienda y profundice siempre la vivencia del carisma.

En 1994 aquejada de una complicada enfermedad debió permanecer varios años alejada de toda actividad, pero a medida que se fue reponiendo la fue retomando. Hoy se dedica a elaborar y enviar material sobre consagración secular, votos, carisma, y también a exponer sobre dichos temas en los encuentros que se realizan con los miembros del instituto.

Actualmente el Instituto Cristífero está en muchas provincias de la Argentina como Misiones, Corrientes, Catamarca, Córdoba, La Pampa, Río Negro, Neuquén, Buenos Aires, San Juan, y también en otros países, como Perú.

Su sede central está en la ciudad de Azul (Bolívar 495) provincia de Buenos Aires; tel. (02281) 424083, correo electrónico: institutocristifero@ceal.com.ar +