Martes 23 de abril de 2024

El Custodio de Tierra Santa se refirió a la situación en Gaza

  • 30 de noviembre, 2012
  • Tierra Santa
El Custodio de Tierra Santa y presidente de ATS pro Terra Sancta, padre Pierbattista Pizzaballa OFM, refirió que desde distintas instancias se les había solicitado que explicaran lo que está ocurriendo en Gaza y que si bien reconoce que hasta ahora no habían hecho ninguna declaración se debía "honestamente, porque no sabemos qué decir" y "no es necesario, repetir lo que otros publican en el habitual procedimiento de las declaraciones contrastadas y correctas", sin embargo el Custodio consideró necesario hacer algunas consideraciones.
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El Custodio de Tierra Santa y presidente de ATS pro Terra Sancta, padre Pierbattista Pizzaballa, OFM, refirió que desde distintas instancias se les había solicitado que explicaran lo que está ocurriendo en Gaza y que si bien reconoce que hasta ahora no habían hecho ninguna declaración se debía a que "honestamente, no sabemos qué decir".

En su declaración publicada en la web oficial de la Custodia de Tierra Santa el padre Pizzaballa consideró que muchas veces "las instituciones eclesiales se esfuerzan admirablemente en estar al tanto y hacen declaraciones al respecto y no es necesario pues, repetir lo que otros publican es el habitual procedimiento de las declaraciones contrastadas y correctas.

Y agregó que en ciertas ocasiones "las acostumbradas exhortaciones al cese de las hostilidades, las llamadas al diálogo, aunque necesarias y ciertas, parecen ajenas a la realidad y como que hacen circular mensajes hipócritas. En este enésimo, inútil baño de sangre, debemos sin embargo hacer algunas consideraciones:

*Una vez más, la violencia, la muerte y la destrucción son el lenguaje común. No tiene sentido comenzar discutiendo quién ha empezado, hacer la cuenta de los muertos y atribuir responsabilidades. Sabemos solo que no se ha llegado a ninguna solución y que será solo cuestión de tiempo, antes de que todo vuelva a empezar de nuevo, en una suerte de inútil círculo vicioso. Por desgracia, la solución, compleja, parece aún muy lejana.

*Esperamos que tal violencia no degenere en nuevos atentados y otras formas de represalias, que nos llevan atrás en el tiempo. Es necesario que todos los responsables se esfuercen por volver a la moderación y frenen toda forma de peligroso deterioro.

*Ante tanta violencia y a la impotencia de todos, para nosotros, creyentes, la oración queda como el último recurso; es necesaria como el aire que respiramos porque nos permite mirar todo lo que está ocurriendo con una mirada de fe. El creyente debe mirar el mundo con los ojos de Dios, que es Padre, justo y misericordioso; es la única forma de no caer en la lógica de la violencia y del rechazo al prójimo, algo de lo que este enésimo conflicto es testigo. Tenemos necesidad, a pesar de todo lo que está ocurriendo, de creer aún en el otro. Sin Dios, es imposible.

*Nuestras comunidades religiosas deberán esforzarse, todavía más, en las distintas y pequeñas iniciativas de diálogo y de paz. No cambiarán el mundo en Tierra Santa, pero serán un soplo de oxígeno que nos hará constatar que, a pesar de todo, hay todavía muchas personas que rechazan esta lógica y que están dispuestas a trabajar seria y concretamente. Corresponde sobre todo a las instituciones que trabajan con los jóvenes, a los que está confiado nuestro futuro, adoptar iniciativas de diálogo.

*Mientras que en Medio Oriente se están llevando a cabo transformaciones radicales, parece que en Tierra Santa todo está en silencio. Tanto en Tierra Santa como en el Oriente Medio, las comunidades cristianas están llamadas a dar testimonio, a transmitir confianza y no dejar espacio a la desesperación. Judíos, cristianos y musulmanes han sido llamados aquí, a esta Tierra, por la Providencia para vivir juntos. Queremos demostrar con la vida que esta vocación es posible y realizable. Y con esta certeza volveremos a empezar", concluyó.+