El sacerdote argentino Gabriel Romanelli consideró que "la situación está empeorando en toda la región", lo cual hace pensar "que lamentablemente la guerra no terminará pronto".
Dirigiéndose a la comunidad internacional el pontífice exhortó que "la ayuda humanitaria debe poder llegar a quienes la necesitan y no se debe permitir que nadie la detenga".
La Red Latinoamericana de lucha contra la trata de personas sumó su voz a los llamamientos por la paz en Tierra Santa y pidió se permita la ayuda humanitaria sin obstáculos.
"El deseo de reconstruir es más fuerte que la destrucción de la guerra", manifestó el sacerdote Gabriel Romanelli IVE, párroco de la Sagrada Familia en Gaza, tras la celebración eucarística.