"Dios da sentido a nuestra vida"

El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, compartió una reflexión acerca del evangelio según san Lucas propuesto para el tercer domingo de cuaresma, la cual utilizó para enseñar a los fieles que Dios "da sentido al sufrimiento", y en un plano más amplio, "también da sentido a nuestra vida". En segundo lugar, monseñor Frassia meditó acerca de la parábola de la higuera que no da frutos, y en ese sentido, llamó a reconocer la vocación de todo cristiano y que debe estar acompañada de un trabajo espiritual.

El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, compartió una reflexión acerca del evangelio según san Lucas propuesto para el tercer domingo de cuaresma, la cual utilizó para enseñar a los fieles que Dios "da sentido al sufrimiento", y en un plano más amplio, "también da sentido a nuestra vida".

El prelado tomó como punto de partida el pasaje en el que unas personas se acercan a Jesús a preguntarle por el destino trágico de unos galileos, y Éste les advierte: "¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás? Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera".

El obispo explicó que "Dios nunca nos quita el sufrimiento", sino que "Dios le da sentido". "Dios Padre, en su amor infinito, no le quitó el sufrimiento a su Hijo Jesucristo al morir en la cruz. Pero en esa cruz, en ese acto de amor, nos dio sentido a todo, nos consiguió la salvación", argumentó.

"No perdamos el tiempo preguntando ?¿por qué a mí?? o ?¿por qué me toca esto??; digamos más bien ?¿qué cosas puedo ofrecer??, ?¿qué cosas el Señor me está indicando, sugiriendo, enseñando??, ?¿qué cosas puedo ofrecer para el bien de la Iglesia y de los demás??", sugirió el prelado.

En segundo lugar, monseñor Frassia meditó acerca de la parábola de la higuera que no da frutos, y en ese sentido, llamó a reconocer la vocación de todo cristiano y que debe estar acompañada de un trabajo espiritual.

"Debemos darnos cuenta de que el árbol tiene raíces profundas ?interpretó-, pero tiene que dar frutos también. A veces no damos frutos porque nos desenganchamos de las raíces, porque perdemos la formación, porque no estamos atentos a la continuidad de nuestro desarrollo humano, psíquico, espiritual, moral, ético, de responsabilidad. A veces hacemos un "clic" negativo".

A través de esta analogía, el obispo llamó a vivir con intensidad la caridad cristiana, y se hizo eco del Mensaje de Cuaresma del papa Benedicto XVI: "Por la fe sabemos que Dios nos ama, pero por la caridad tenemos que aprender a saber amarlo a Él y saber amar a nuestros hermanos. Si un árbol no da frutos, es un árbol infecundo. Si nosotros nos quedamos solamente en la fe y no vivimos en la caridad, no damos los frutos correspondientes. Y luego, la paciencia que Dios nos tiene, ¡pero no abusemos de ella!".

"Que en esta Cuaresma especialísima recemos por el futuro Santo Padre, y que vivamos este momento de conversión", deseó el obispo.+

Texto completo de la alocución