De las tribus a los seminarios: florecen las vocaciones en Papúa Nueva Guinea

El acompañamiento espiritual de los misioneros ha hecho que muchos catecúmenos emprendan el camino de la vocación sacerdotal. El Papa se reunirá con ellos en su próximo viaje.

Una Iglesia joven que no vive crisis vocacionales: esa es la fotografía de la realidad católica en Papúa Nueva Guinea, a pocas semanas de la visita del Papa Francisco. El Obispo de Roma, en el marco del que será el viaje récord del pontificado (cuatro Estados en dos continentes, con un total de más de treinta y tres mil kilómetros a recorrer en avión y automóvil), hará escala en ese país durante poco más de dos días. Allí, entre los muchos compromisos fijados en la agenda, está el encuentro con los misioneros.

Es gracias a esos misioneros que, en la actualidad, en Papúa Nueva Guinea los seminarios se llenan más cada año. En esa nación bañada por el Océano Pacífico, de hecho, existen tres seminarios menores, dos propedéuticos y cuatro mayores.

Según datos oficiales del Dicasterio para la Evangelización (Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares), en dos de los cuatro seminarios mayores, el último año formativo 2023/2024, había 159 seminaristas de casi todas las diócesis del país. El año anterior, apenas 100. En el año 2021/2022 fueron 60.

La obra de evangelización llevada a cabo por los misioneros en las ciudades y, sobre todo, en los pueblos de chozas y palafitos que se alzan entre árboles centenarios y largos ríos, está dando frutos, según informa la agencia Fides.

La Buena Nueva se testimonia cada día en una sociedad rural que vive del trabajo del campo. Los ancianos, o más bien los sabios, son una minoría. La gran mayoría son familias jóvenes con varios hijos. Y son precisamente los más jóvenes, fascinados por el encuentro con Cristo, los que piden ser bautizados. Por ejemplo, recientemente se administraron veintidós bautismos que recibieron adultos, adolescentes, niños y recién nacidos, en la capilla del Seminario Mayor Holy Spirit de Bomana, en Puerto Moresby.

Después de los sacramentos de iniciación, el crecimiento en la fe y el acompañamiento espiritual por parte de los misioneros continúa hasta tal punto que muchos catecúmenos emprenden el camino para convertirse en sacerdotes.

A los seminarios asisten jóvenes de diversas tribus. Y, si las noticias de los últimos tiempos registran varios enfrentamientos entre las distintas tribus, en los seminarios, en cambio, la etnicidad o las ideas de control territorial no dividen los corazones.

La formación de esoss futuros sacerdotes está encomendada por la Conferencia Episcopal (que reúne a los obispos de Papúa Nueva Guinea y de las Islas Salomón) también a los misioneros, especialmente a los verbitas y vicentinos, que han recibido también una herramienta para guiar su trabajo: la Ratio Nationalis Institutionis Sacerdotalis, recientemente aprobada por el Dicasterio para la Evangelización y el Dicasterio para el Clero.

La oración y el apoyo siguen siendo necesarios para esta joven Iglesia, que ya camina y crece de forma independiente, con la ayuda de muchos misioneros polacos, filipinos, australianos e indios.+