Fiesta de la Merced: Mons. Sánchez llamó a 'ser constructores del Reino'
- 24 de septiembre, 2024
- San Miguel de Tucumán - enviado especial
La tradicional celebración en honor a la Virgen Generala volvió a reunir a miles de fieles, que se congregaron desde diferentes puntos de la provincia para rendir homenaje a la patrona de Tucumán.
El arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, presidió el martes 24 de septiembre las fiestas en
honor de Nuestra Señora de la Merced,
patrona y abogada de la provincia, con el lema "Con María de la Merced, misioneros
del Reino".
La fiesta mariana arquidiocesana y provincial comenzó con el
saludo a la Virgen y homenaje de las agrupaciones gauchas tradicionalistas.
Luego se trasladó la imagen de la Virgen de la Merced hasta el colegio de las Hermanas Esclavas, por ser el lugar en donde se desarrolló la Batalla De Tucumán. Allí fue recibida con mucha algarabía y se les ofrendaron oraciones con gestos, rezos, bailes y consagraciones.
Por la tarde se realizó el acto
cívico, militar y religioso en Plaza Belgrano, en conmemoración del 212°
aniversario de la Batalla de Tucumán.
Más tarde tuvo lugar una procesión por las calles Alberdi y 24 de septiembre, que contó con el servicio y alegría de los jóvenes, el cuidado de los cadetes de Policía, la animación del equipo de Liturgia y el fervor del pueblo de Dios que caminó o que se asomó a las ventanas y balcones para saludar a la Virgen de la Merced.
La jornada festiva finalizó con la misa central en Plaza Independencia, presidida por monseñor Sánchez y concelebrada por el cardenal Luis Villalba, arzobispo emérito de Tucumán -quien celebró 64 años de su ordenación sacerdotal-; el obispo auxiliar de Tucumán, monseñor Ferrari; monseñor José María Rossi, obispo emérito de Concepción; monseñor Francisco Polti, obispo emérito de Santiago del Estero; y el resto del clero diocesano.
Al inicio de la celebración, la diócesis de Añatuya obsequió a la arquidiocesis de Tucumán una réplica de la Virgen de Guachana y, en el ofertorio, miembros del Consejo de Pastoral entregaron el documento de síntesis del camino sinodal recorrido hasta el momento.
En su homilía, monseñor Sánchez recordó que la Virgen de la Merced "es la tierna Madre de Dios que nos cuida y protege a los tucumanos desde la fundación. Ella es el signo del amor y la misericordia de Dios para su pueblo. Ella es la madre que nos sigue acompañando en el camino de la vida a los tucumanos, especialmente a los que sufren diversas cautividades".
En referencia al lema, "Con María de la Merced, misioneros
del Reino", explicó: "Somos misioneros del Reino cuando predicamos el amor del
Padre con gestos y actitudes cotidianas. Cuando proponemos los valores del
Evangelio como un estilo de vida y encarnamos las actitudes de Jesús. De esta
manera hacemos presente a Dios en nuestra realidad e iluminamos la vida de todo
hombre dándole un auténtico sentido. Amando siempre y a todos; perdonando,
sirviendo, misericordiando?"
"María, la madre de Jesús, la primera discípula que escucha
a Dios, es asociada a este misterio del Reino y dispone todo de sí para
colaborar en la redención de los hombres como misionera", planteó a
continuación, y añadió: "La Virgen María nos sirve de modelo para ser también
nosotros misioneros del Reino, escuchando a Dios y aceptando su voluntad de
amor, saliendo sin demora a compartir la alegría de la Buena Noticia del Reino,
escuchando a los hermanos en sus necesidades y angustias y haciendo lo que
Jesús nos dice, acercándonos con misericordia a los oprimidos de hoy, a los más
pobres, a los privados de libertad, a los adictos, a los más vulnerables".
"No pasemos indiferentes? los socorramos, sirviéndolos con
generosa humildad, respondiendo a sus clamores? como lo hizo María de la Merced
en 1218, en 1812 y hoy en día", animó.
Y prosiguió enumerando los ejemplos de María: "Acompañando a
los cautivos de hoy y gastando la vida por su libertad y redención, buscando
que reine la justicia desde la verdad y el amor, superando los conflictos desde
la misericordia y el perdón, fortaleciendo la fraternidad entre todos".
Por eso, instó a recordar las enseñanzas "que nos dejaron
los tucumanos de 1812: la fe y confianza en Dios y la Virgen; el amor por la
una patria libre; la valentía y la decisión; el poner todo de sí, lo que
tenían, sabían y hasta sus propias vidas para presentar batalla en Tucumán?"
Y alentó a disponerse "a presentar batalla al egoísmo, la
ambición y la indiferencia; a la violencia, el narcotráfico y los atentados contra
la vida en todas sus etapas. Hoy presentemos batalla para que la alegría, la
paz, la libertad, la justicia, la dignidad de cada tucumano y el amor fraterno
reinen entre nosotros".
A su vez, recordó que con la Misión Mariana Arquidiocesana lanzada
el 15 de agosto, la Virgen de la Merced está visitado las comunidades
parroquiales, diversas instituciones y familias, para que todos sean misioneros
del Reino.
"También, este año, como Iglesia en Tucumán, nos alegramos
por los 125 años del Seminario de Tucumán, que ha formado a todos los
sacerdotes de Tucumán y de muchas diócesis del Norte argentino. Le pedimos a la
Virgen de la Merced, bajo cuyo patronazgo está el Seminario, que interceda por
el aumento de las vocaciones sacerdotales. Que el Señor siga llamando a muchos
jóvenes a seguirlo más de cerca en la vocación sacerdotal", alentó.
Por último, monseñor Sánchez puso a la comunidad bajo la
protección de la Virgen de la Merced, especialmente a "los que más sufren, a
las familias de nuestro querido Tucumán, a los seminaristas y las vocaciones de
especial consagración".
"Que Jesucristo, nuestro Redentor, nos conceda la paz, el amor y la libertad para seguir haciendo presente y creciente el Reino de Dios entre nosotros, bajo la protección maternal y tierna de nuestra Madre, la Virgen de la Merced", concluyó.
Finalizada la misa, los presentes participaron de una Peña en la misma plaza Independencia.+