Jueves 28 de marzo de 2024

Con las hermanas Clarisas, vuelve la vida contemplativa a Morón

  • 12 de abril, 2017
  • Morón (Buenos Aires)
El obispo de Morón, monseñor Luis Guillermo Eichhorn inauguró y bendijo el monasterio de Clarisas "Nuestra Señora de Guadalupe", con nueve hermanas que llegaron desde México para fundarlo, haciendo realidad el sueño de los padres Jordán y Berislao Ostojic OFM, fundado en su experiencia en el Monasterio de Clarisas Santa Catalina de Bolonia, de Italia. Se recupera de este modo un espacio para la vida contemplativa en la diócesis.
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En el marco de la fiesta de la Anunciación del Señor, el obispo de Morón, monseñor Luis Guillermo Eichhorn presidió la puesta en funcionamiento y bendijo el monasterio de clarisas Nuestra Señora de Guadalupe. Se trata de un nuevo espacio para la vida contemplativa integrado por nueve clarisas llegadas desde México para cumplir el anhelo de los padres Jordán y Berislao Ostojic OFM. Se dedicarán a la oración, a la contemplación y al trabajo, siguiendo la regla y la vida de Santa Clara de Asís.

La celebración presidida por monseñor Eichhorn contó con la presencia del nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig; del vicario general de Morón, presbítero Arturo Gilotti; del padre Fernando Mendoza Laguna OFM, encargado de la vida contemplativa en la Curia General de los Frailes Menores en Roma; del vicario provincial de la provincia franciscana San Francisco Solano, fray Claudio Equiza OFM; del fray José Enid Gutiérrez Olmos, ministro provincial de la Asunción; padre José Peranic OFM, delegado provincial de los Misioneros Franciscanos Croatas; el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta; sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas de la diócesis de Morón y otras; y especialmente de Hermanas Clarisas de Merlo - Moreno, de Corrientes y Puán, y el Pueblo de Dios en gran número.

A la ceremonia llegaron mensajes por los distintos medios de comunicación, entre los cuales se destacan el del papa Francisco, el del cardenal Estanislao Estéban Karlic, y de la Secretaría de Estado del Vaticano por intermedio de monseñor Robert Murphy, arzobispos y obispos.

El padre Jordán manifestó su satisfacción por la tarea cumplida y agradeció al Señor "porque todo es obra exclusiva de Dios y su providencia". Desde que tuvieron, con su hermano Berislao, la idea de realizar esta obra, hace 45 años, "en cada acontecimiento, en cada paso, la mano de Dios se ha hecho patente".

El religioso agradeció también a Nuestra Señora de Guadalupe "porque nueve Clarisas bajo su advocación dejaron su patria, México para venir a fundar el Monasterio y se quedarán aquí para siempre". Expresó asimismo el deseo de que San Francisco y Santa Clara de Asís sigan acompañando este regalo del buen Dios.

Con memoria agradecida, se refirió al padre "Bero" quien partió a la casa del Padre el 15 de agosto de 2015 y de quien las hermanitas pidieron que esté el recuerdo, porque él también es fundador del Monasterio y ellas sienten que las sigue bendiciendo y acompañando desde el cielo.

Una mención muy especial fue para el papa Francisco, quien les dio ánimo y rezó y reza especialmente por esta obra y otra para monseñor Eichhorn, quien al iniciar su ministerio pastoral en Morón pidió un monasterio de vida contemplativa: "Monseñor, para Ud. también: ¡tarea cumplida!, disfrútelo con alegría, porque es un hermoso broche de oro de su labor pastoral en esta nuestra querida diócesis de Morón", expresó el padre Jordán.

El padre destacó la amistad que surgió en estos últimos años con el nuncio apostólico, quien también brindó su apoyo, y señaló la importancia de su presencia, que representa la profunda unión con la cátedra de Pedro. Por último, agradeció a todos los colaboradores, en especial al padre Fernando Mendoza y pidió al Señor: "No abandones esto que es obra de tus manos".

Sor María Guadalupe Estrada Canelo, abadesa del monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, en Chetumal, como es una tradición que se remonta al tiempo de Santa Clara, bendijo como madre a sus hijas que ingresaron al claustro. Y expresó su alegría por el recibimiento en la Argentina, por las muestras de cariño, generosidad y atención. "Que la alegría del recibimiento tan cariñoso que les han dado, perdure en el tiempo. Ellas elevarán sus oraciones por todos nosotros para nuestro bien".

El obispo de Morón consideró este acontecimiento como una marca en la historia de la diócesis, y agradeció al padre Jordán y al recordado padre Bero, a los misioneros Franciscanos Croatas y a su provincia, quienes fueron los motores que impulsaron e hicieron realidad lo que hoy estamos viendo y viviendo", exclamó.

El prelado destacó además el valor de la vida contemplativa, de la oración que "es estar frente al Señor, es abrir el corazón a su Palabra, es intimar con Él, sintiéndolo amigo y cercano".

"La presencia del Señor, su amor por nosotros, se hace visible haciéndonos crecer en la fe y en el amor. Y así se construye la Iglesia", agregó, y se refirió a las hermanas como un granito de mostaza que "se meten en la tierra fecundada por la presencia de Dios y así logran desarrollarse y dar fruto abundante".

Para finalizar, monseñor Eichhorn pidió abrir el corazón y dar gracias a Dios por "una comunidad que reza para que la vida y la actividad diocesana sean fecundas. Que reza para que cada uno de nosotros crezcamos en la santidad, en el amor y en la comunión con nuestro Señor" y agradeció a las hermanas que decididas y con entusiasmo comienzan a vivir entre nosotros.

Respecto a sus últimos meses como obispo, aseguró: "Me voy contento por esto, porque es una garantía de que la Iglesia de Morón va a crecer, y va a hacerlo en la profundidad de la vida contemplativa, en la vida mística, en esa dimensión tan profunda que es esencial en nuestra vida cristiana. Que la alegría de hoy permanezca siempre con nosotros".+