Jueves 21 de noviembre de 2024

Cantalamessa: los Medios no sólo informan a las masas, sino que también las moldean

  • 8 de marzo, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En su sermón de Cuaresma a la Curia Vaticana, el predicador pontificio comentó también las palabras de Jesús: "Yo soy el buen pastor" (Juan 10:11).
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El cardenal Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, pronunció este viernes 8 de marzo su tercer sermón de Cuaresma ante la Curia Romana, centrándose en la parábola del Buen Pastor.

"Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas." (Jn 10,11): Cantalamessa meditó estas palabras de Jesús del Evangelio de san Juan y explicó el contexto de este pasaje sobre el Buen Pastor.

Observó así que “la imagen del buen pastor y las vinculadas a las ovejas y al rebaño, realmente no están de moda hoy en día. Al llamarnos ovejas, ¿no teme Jesús herir nuestra sensibilidad y ofender nuestra dignidad de hombres libres?”, se preguntó,  y agregó: “El hombre de hoy rechaza con orgullo el papel de las ovejas y la idea de rebaño. Sin embargo, no se da cuenta de cómo vive en realidad la situación que condena en teoría. Uno de los fenómenos más evidentes de nuestra sociedad es la masificación”. 

El predicador pontificio señaló cómo “la prensa, la televisión, internet, se llaman “medios de comunicación de masas”, no sólo porque informan a las masas, sino también porque las forman y masifican”.

“Sin darnos cuenta, dijo, nos dejamos guiar por todo tipo de manipulación y persuasión oculta. Otros crean modelos de bienestar y comportamiento, ideales y metas de progreso, y la gente los adopta; los siguen, temerosos de perder el ritmo, condicionados y sometidos por la publicidad. Comemos lo que nos dicen, nos vestimos como dicta la moda, hablamos como oímos. Nos divertimos cuando vemos un video acelerado, con personas moviéndose rápidamente por fotogramas, como marionetas; pero es la imagen que tendríamos de nosotros mismos si nos viéramos con una mirada menos superficial”.

El Buen Pastor da su vida por sus ovejas
De ahí que el cardenal Cantalemessa precisó que para comprender en qué sentido Jesús se proclama Buen Pastor y nos llama ovejas suyas, es necesario recurrir a la historia bíblica: “Israel era, al principio, un pueblo de pastores nómadas. Los beduinos del desierto hoy nos dan una idea de cómo era la vida de las tribus de Israel. En esta sociedad, la relación entre pastor y rebaño no es sólo económica, basada en el interés. Se desarrolla una relación casi personal entre el pastor y el rebaño. Días y días pasados juntos en lugares solitarios, sin un alma viva cerca. El pastor acaba sabiendo todo sobre cada oveja; la oveja reconoce la voz del pastor, quien muchas veces le habla en voz alta, como si fuera una persona. Esto explica cómo, para expresar su relación con la humanidad, Dios utilizó esta imagen, ahora ambigua”.

Pastor y oveja
El cardenal explicó también que todo pastor es también oveja del Gran Pastor. “El pastor de la Iglesia es también un 'curandero herido', un enfermo que debe ayudar a otros a ser curados”.

El predicador definió asimismo la “principal enfermedad” para la que necesitamos tratamiento: el miedo. 

"La psicología y el psicoanálisis intentan curar los miedos y las neurosis de las personas, analizándolos y llevándolos del inconsciente a la consciencia", señaló, y aclaró: “El Evangelio añade algo que la ciencia no puede dar”.

Cantalamessa llamó a Cristo el “solvente” de todo temor, y señaló que por eso dijo a sus discípulos: “No teman, yo he vencido al mundo”. “Sólo Dios puede salvarnos en este mundo violento y loco en el que vivimos”, dijo.

Después, explicó que “nunca antes se había dicho en la Biblia que el buen pastor da su vida por sus ovejas”. Esto es lo más consolador que Jesús pudo decir a sus discípulos, ya que “¡Jesús prometió hacerlo y lo cumplió!”

Al asumir nuestros miedos, el cardenal Cantalamessa dijo que “Jesús también redimió nuestros miedos y ansiedades. 'Por sus llagas fuimos sanados', dice la Escritura de Él”.

Y añadió el Cardenal: “No nos dio simplemente el ejemplo de cómo superar la angustia; Él nos dio los medios para superarla: su presencia y su gracia”.

Sanadores heridos
El cardenal Cantalamessa habló finalmente de los mártires, "que han hecho de esta creencia una experiencia tangible. Acogieron el martirio sin miedo y confiando en que Jesús estaba con ellos".

Aunque no siempre esté en nuestro poder liberarnos del miedo y la angustia, dijo el cardenal, sí puede estar en nuestro poder liberar a alguien más.

“Sean pastores o simples creyentes, debemos ser sanadores heridos, que, sin embargo, puedan sanar a otros”,concluyó.+