Miércoles 30 de octubre de 2024

Bahía Blanca celebró a la Virgen de la Merced

  • 25 de septiembre, 2023
  • Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA)
La ciudad honró a su patrona con la tradicional procesión y una misa en la catedral metropolitana, presidida por el obispo auxiliar, monseñor Jorge Wagner.
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El obispo auxiliar de Bahía Blanca, monseñor Jorge Wagner, presidió las celebraciones en honor a la Virgen de la Merced, patrona de la ciudad y de la arquidiócesis, en ausencia del arzobispo monseñor Fray Carlos A. Azpiroz Costa, quien se encuentra en Caleruega, provincia de Burgos, España, predicando un retiro a una comunidad de religiosas dominicas, antes de participar en el Sínodo de la Sinodalidad en Roma, a partir de la próxima semana.

Tras la tradicional procesión con la imagen histórica de la Virgen alrededor de la plaza -que se realiza desde el 24 de septiembre de 1842 ininterrumpidamente, con excepción del 2020 a causa de la pandemia-, tuvo lugar la celebración de la Eucaristía en la iglesia catedral, concelebrada por el arzobispo emérito de Bahía Blanca, Guillermo Garlatti; el obispo emérito de Alto Valle del Río Negro, Néstor Navarro; el párroco de la catedral, presbítero Luciano Guardia; y varios sacerdotes de la arquidiócesis. 

Monseñor Wagner transmitió el mensaje enviado por el arzobispo Azpiroz a los feligreses desde España: “Les pido que me recuerden especialmente ante Ella, mujer oyente, orante, oferente y obediente, para que pueda también escuchar la voz de Dios, presentar confiadamente mis oraciones, renovar la ofrenda de mi vida y obedecer sus designios. Los bendigo y les pido que me bendigan”.

Al inicio de la celebración, monseñor Wagner, tuvo presentes a los soldados fallecidos en el accidente “de público conocimiento, ocurrido recientemente en San Martín de los Andes”, recordando que la Virgen de la Merced fue designada por el general Belgrano como “generala del Ejército Argentino”: “Pidamos en esta misa por el eterno descanso de los fallecidos integrantes de esas fuerzas militares, por la recuperación de los heridos y el consuelo y la fortaleza de sus familiares”.

También recordó el obispo auxiliar de la arquidiócesis al grupo scout presente en la celebración, que cumplía 14 de años de vida, y además subrayó que las diversas peregrinaciones que se realizaron durante la novena a la Virgen de la Merced tuvieron presente la celebración de los 90 años de la arquidiócesis, que se cumplirán el año próximo. “Una historia de nuestra diócesis que siempre estuvo acompañada por la Virgen”, observó monseñor Wagner. 

Una liberad animada por el amor es siempre fecunda
Monseñor Wagner destacó en su homilía la presencia amorosa de la Madre de Dios en esta fiesta mariana: “Nos alegramos, porque María es madre nuestra, nos alegramos de su patrocinio y hoy la elogiamos porque Ella es el orgullo de nuestro pueblo, insigne honor de nuestra raza, que nos abraza a todos, se acerca a todos y a todos nos busca maternalmente”, subrayó el prelado.

Recordando que Nuestra Señora de la Merced, es “la redentora de los cautivos”, por aquella petición que le hiciera a san Pedro Nolasco, observó que “cada tiempo tiene sus propias esclavitudes: esclavitudes exteriores a causa de la guerra, de la pobreza, de las migraciones, entre otras; y “esclavitudes interiores”, como “vicios, pecados y diferentes formas de ataduras… ataduras marcadas por las modas, ideologías y caprichos, que nos atan de muchas formas”.

De ahí que “el anhelo de libertad es muy fuerte en nuestro tiempo”, expresó, pero al mismo tiempo advirtió que “no siempre este anhelo está bien encauzado o no se entiende bien”, ya que para algunos este anhelo de libertad “es hacer lo que uno quiere, sin ningún parámetro”, mientras que para otros se trata “de vivir según sus gustos, un vivir libertino que, como escribe san Pablo, es un vivir según la carne”, y añadió: “Este ‘hacer lo que quiero’ no es libertad”.

Sin embargo, expresó el obispo Wagner, “la libertad siempre crece en el amor. Somos libres en el servir”, ya que la libertad “es un don, un regalo hermoso de Dios, pero siempre es una tarea. Tiene que crecer en la caridad”, señaló. 

Y reiteró: “Libres, no para cortarnos solos, libres para poder amar más plenamente y con Dios”. Por eso “María es la mujer libre”, destacó, “porque está siempre disponible para Dios y solícita para sus hijos”. 

“A Ella –concluyó monseñor Wagner-, le pedimos hoy que nos ayude a mantenernos en la libertad de los hijos, en la belleza de poder elegir el verdadero bien para nosotros y para los demás. ¡Qué sería de nosotros sin sus desvelos amorosos de madre! Procuremos ser buenos hijos e hijas de María, y no dejemos nunca de acudir a Ella”.

Tras la celebración eucarística, los miembros del Ejército Argentino que participaron tanto de la procesión como de la misa sirvieron un mate cocido con tortas fritas, preparadas por el grupo Scout de la Iglesia. 

Bahía Blanca es una de las muchas ciudades del mundo que tiene a la Virgen de la Merced como patrona. La decisión fue tomada en 1834 por Juan Manuel de Rosas, en los años en que lideró su campaña al Desierto, la cual trajo esta devoción a la ciudad.+