Viernes 26 de abril de 2024

Ayuno y oración en una jornada para confiar en la misericordia de Dios

  • 5 de diciembre, 2013
  • San Justo (Buenos Aires) (AICA)
El director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP), presbítero Dante De Sanzzi, invitó a participar de la jornada de oración y ayuno propuesta por los obispos argentinos para pedir a Dios que se frene el flagelo del narcotráfico. "Confiamos en la infinita misericordia de Dios. Sabemos de los milagros del Señor que tocan los corazones desgarrados, propio de estos casos", expresó el sacerdote en una carta difundida recientemente.
Doná a AICA.org
El director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP), presbítero Dante De Sanzzi, invitó a participar de la jornada de oración y ayuno propuesta por los obispos argentinos para pedir a Dios que se frene el flagelo del narcotráfico.

El padre De Sanzzi recordó que no es intención del cristiano condenar o juzgar, sino que la intención es rezar por la conversión de aquellos "que solo por vagos intereses y sin pensar en la salud física y mental" de los jóvenes arrastran a estos a "una vida disipada", al descontrol, a buscar "una felicidad efímera" y a perder "el sentido de la existencia antes de tiempo".

"Pensamos en el consumidor de drogas. Meditamos en las familias desintegradas a causa de este mal. En los padres que sufren las caídas y pérdidas de sus hijos. Confiamos en la infinita misericordia de Dios. Sabemos de los milagros del Señor que tocan los corazones desgarrados, propio de estos casos", expresó en una carta difundida recientemente.

El sacerdote misionero estimó como "bueno y lógico" que las autoridades reconozcan la presencia de este problema y busquen soluciones "que no sean mágicas, sino reales", para combatir "esta enfermedad que aflige a toda la sociedad". Asimismo, animó al compromiso de todos los ciudadanos: "No nos podemos quedar con que ?este problema pasa en todos lados?; sería mediocre pensar así".

"Como cristianos aquí hay otra misión que cumplir ?expresó-. Hay que acompañar, animar y fortalecer a los que desean encauzar el camino perdido, y ofrecer nuestra oración por la conversión de los que hacen el mal, sabiendo y creyendo que el Padre puede cambiar sus corazones y actitudes. Somos cuerpo y alma. Debemos cuidarlos ya que es una obligación. El hombre es creación de Dios y debemos honrarlo con una vida más digna".+