Martes 23 de abril de 2024

"Antes tener malaria era una maldición, ahora suspiras aliviado"

  • 31 de octubre, 2014
  • Roma (Italia) (AICA)
"Antes, tener malaria era una maldición, ahora, si descubres que la tienes, suspiras aliviado", relataba con ironía, en referencia al ébola, el misionero javeriano Natale Paganelli, administrador apostólico de la diócesis de Makeni, en Sierra Leona, entrevistado por la revista católica italiana Tempi sobre su actividad misionera desde hace 31 años en Sierra Leona. El misionero italiano sostiene que el pueblo de este país "saldrá cambiado del Ébola. Aquí no sólo se muere. Están cambiando las relaciones humanas".
Doná a AICA.org
"Antes, tener malaria era una maldición, ahora, si descubres que la tienes, suspiras aliviado", relataba con ironía, en referencia al ébola, el misionero javeriano Natale Paganelli, entrevistado por la revista católica italiana Tempi sobre su actividad misionera, que lleva desde hace 31 años en Sierra Leona. El misionero italiano sostiene que el pueblo de este país "saldrá cambiado del ébola. Aquí no sólo se muere. Están cambiando las relaciones humanas".

El padre Natale contó cómo, al inicio, muchas personas pensaban que se trataba de una maldición debida a la brujería, por lo que participaban en los ritos funerarios de sus familiares y conocidos. Tocaban tranquilamente al muerto y se contagiaban. La realidad cambió todo esto. Aún así, todavía hay gente que sigue pensando igual. Hay enfermos que huyen y así se ha difundido el virus de las ciudades a las aldeas. "Las últimas tres aldeas puestas en cuarentena están situadas en la provincia en la que vivo", dice el misionero, en Makeni, al norte del país.

Según explica el misionero, la gente está habituada a ayudarse mutuamente ante las peores tragedias ?como ocurrió durante la terrible guerra civil que asoló Sierra Leona-. Para los africanos sepultar a sus seres queridos sin funerales es un verdadero trauma. Por eso, desde la Iglesia, "en cuanto muere alguien, nos acercamos al lugar y rezamos ante los cadáveres para confortar a las familias".

Hay una economía de subsistencia, donde se gana hoy lo que se come mañana. Las empresas cerraron, los comercios no venden, y los hospitales están clausurados. Esto último significa que están aumentando las muertes por otras enfermedades, como la misma malaria.

Finalmente el misionero javeriano contó cómo hace una semana tuvo 39º de fiebre, inmediatamente se autoaisló para no poner en peligro a nadie. Al final le diagnosticaron malaria. "No tenía miedo. Cierto que no ha sido algo bueno, pero me puse en manos del Señor y le dije: si llegó el momento, aquí estoy, llévame".+