Adhesión de los obispos a la Semana de los Pueblos Originarios
- 12 de abril, 2016
- Buenos Aires (AICA)
En ocasión de celebrarse entre el 19 y el 25 de abril la Semana de los Pueblos Originarios, los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen saludaron a las comunidades de los pueblos originarios y expresaron la "más sincera solidaridad y cercanía". Reconocieron los "silencios y complicidades" con el proceso histórico de esos pueblos en el país y valoraron la lucha de quienes entregan su vida por los derechos de los pueblos originarios.
La Comisión recordó que "recientemente y con mucha humildad, el papa Francisco pedía perdón a los pueblos originarios en Chiapas, porque ?de modo sistemático y estructurado, sus pueblos han sido excluidos de la sociedad?".
"También en nuestra patria ha sucedido esto, y nosotros formamos parte de esa sociedad que los ha postergado. Por eso, reconocemos nuestro silencio y complicidad en este proceso histórico y pedimos perdón por nuestra falta de testimonio evangélico", admitieron los obispos.
"También reconocemos la presencia y el trabajo de muchos cristianos, y también de hombres y mujeres de buena voluntad, que han entregado, y siguen entregando sus vidas, de un modo escondido, para el pleno reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios", agregaron.
Los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen destacaron que "como gesto de reivindicación histórica, y de cara al bicentenario de la independencia de la Patria, queremos acompañarlos y estar cerca de ustedes, pero respetando siempre su derecho a la autodeterminación y a la autogestión de sus recursos. También necesitamos aprender de ustedes sobre el cuidado de nuestra casa común, en un respetuoso diálogo intercultural".
Asimismo, anhelaron "fervientemente que la semana dedicada a esta temática tan sensible, nos ayude a todos a visibilizar más claramente y a tomar mayor conciencia de la responsabilidad que tenemos hacia los pueblos originarios de nuestro país, y que esto nos comprometa a una actitud proactiva frente a la realidad de cada uno de estos pueblos, desde nuestra fe en Cristo, rostro de la misericordia de Dios Padre".+
