Viernes 26 de abril de 2024

"A partir del amor social será posible avanzar", afirmó el Card. Turkson

  • 28 de febrero, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, hizo esta afirmación en un mensaje por el XIV Día Mundial de las Enfermedades Raras.
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Hoy, 28 de febrero, se celebra el XIV Día Mundial de las Enfermedades Raras. Más de 6.000 enfermedades están clasificadas como raras, de las cuales el 72% son de origen genético y el 70% comienzan en la infancia.

El cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, ofreció un mensaje a la comunidad en el que recuerda que “las personas que viven con una enfermedad rara se encuentran entre los grupos más vulnerables de la sociedad. La mayoría de estas enfermedades no tienen cura y suelen ser crónicas, progresivas, degenerativas e incapacitantes; son heterogéneas, se dan predominantemente en niños y requieren tratamientos costosos”.

Las enfermedades raras suelen estar desatendidas también por los insuficientes conocimientos médicos, que dificultan el diagnóstico a tiempo y, en consecuencia, se tarda más en detectar la discapacidad y en acceder a los apoyos que las personas con enfermedades raras necesitan, no sólo en lo que respecta a la salud, sino también a las necesidades económicas, educativas y sociales. 

“Todo esto impide que estos queridos hermanos nuestros se integren en la sociedad, realicen su potencial, participen activamente en la vida familiar, laboral y social, lo que es esencial para el desarrollo de su personalidad, generando así discriminación y soledad”, mencionó el cardenal.

Asimismo, indicó que el Covid-19 perjudicó a las personas que padecen estas enfermedades: “Las limitaciones, los retrasos y, a veces, incluso la interrupción y la negación de los tratamientos, de la medicación, de las pruebas diagnósticas y de las terapias de rehabilitación han tenido y siguen teniendo graves repercusiones en su salud psicofísica”.

Recordando palabras del papa Francisco, afirmó que "a las personas más vulnerables no siempre se les garantiza el acceso a la atención, ni de manera equitativa. Esto es el resultado de las decisiones políticas, de la gestión de los recursos y del mayor o menor compromiso de quienes ocupan los puestos de responsabilidad. Invertir recursos en el cuidado y la asistencia de los enfermos es una prioridad ligada al principio fundamental de que la salud es un bien común primario".

El prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral llamó a responsables políticos y de las instituciones “a garantizar el derecho a la salud de toda la población, promoviendo la cooperación internacional, el intercambio de conocimientos y unos sistemas sanitarios más sostenibles y resistentes que no olviden las necesidades de los más vulnerables y no dejen a nadie atrás”.

“Es esencial promover una cultura asistencial que se fundamente en la promoción de la dignidad de toda persona humana, la solidaridad con los pobres y los indefensos, el bien común y la protección de la creación”, afirmó luego. Y completó que “a partir del ‘amor social’ será posible avanzar hacia una civilización del amor a la que todos podamos sentirnos convocados".

Al concluir, pidió que en “este tiempo de Cuaresma, en nuestra caridad digamos palabras de consuelo y ayudemos a todas las personas a darse cuenta de que Dios los ama como hijos e hijas”.

Las palabras del Papa
Al concluir la oración mariana de Ángelus, Francisco hizo mención al tema y animó a los miembros de algunas asociaciones implicadas en este campo que han venido a la plaza, pidiendo su cercanía a los niños enfermos, necesitan “la caricia del amor de Dios, la ternura”.

El pontífice recordó la importancia de la “red de solidaridad entre los familiares y las asociaciones, en el caso de las enfermedades raras, les ayuda, dijo a no sentirse solos y a intercambiar experiencias y consejos”. 

Asimismo, fomentó las iniciativas que apoyan la investigación y el tratamiento y expresó su cercanía a los pacientes, a las familias y especialmente a los niños. “Cuidar a los niños con la oración, también, cuando hay estas enfermedades que no sabemos qué son o hay un pronóstico bastante malo. Recemos por todas las personas que tienen estas enfermedades raras, especialmente recemos por los niños que las sufren”.+