Al concluir la audiencia general, Francisco invitó a los fieles a orar por ambos pueblos y a no olvidar a Ucrania, Palestina e Israel, ni a todos los que sufren a causa de la guerras.
Tras el rezo del Ángelus, Francisco exhortó por el fin de la violencia en Sudán y en el norte de Mozambique. Además de dirigir sus pensamientos sobre Ucrania y Palestina.
Al sugerir que la Cuaresma presenta una oportunidad para "la conversión y la renovación interior", Francisco alentó a cuidar a nuestros hermanos más necesitados.
Ante los conflictos en el mundo, el Secretario de Estado insta a vivir "la esperanza contra toda esperanza", y pide esfuerzos y acciones inmediatas para limitar los daños provocados por las guerras.