Durante la oración mariana, el Santo Padre les recordó a los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, que "la fe y la confianza en el Señor tienen el poder de salvarnos a todos".
"Oremos para que todo lo que hemos hecho este mes sea por el bien de la Iglesia", dijo el Papa después del Ángelus. También pidió oraciones por la paz en el mundo.
En el Ángelus, el Papa renovó el llamamiento a las autoridades políticas y civiles en favor de los países en guerra, y de aquellas poblaciones cuya dignidad y territorios son explotados.
En su exhortación, el Papa se centró en el amor conyugal y consideró esencial que los esposos estén "abiertos al don de la vida, los hijos, que son la mayor bendición de Dios".