El arzobispo emérito de Corrientes afirmó que "es un mandamiento casi temido por los más responsables", porque "sus exigencias causan una situación de honda transformación, una verdadera revolución".
El arzobispo emérito de Corrientes llamó a los cristianos a empeñarse "en despertar la atención del mundo, al paso invisible de Cristo, para que se inicie un encuentro vivo con Él".
"El cambio, desde la idolatría del yo a la solidaridad -o amor al prójimo-, tiene como principal referente a Cristo, modelo de toda fraternidad", destacó el arzobispo emérito de Corrientes.
El arzobispo emérito de Corrientes recordó que "el amor a la bienaventurada pobreza no incluye desprecio al valor temporal de los bienes económicos y a su necesaria administración".