El arzobispo de Mendoza consideró que la Cuaresma es un buen momento para hacerlo. "Él quiere nuestra vida, Él nos juzga con misericordia, Él nos ama y nos rescata", aseguró.
El arzobispo sanjuanino reflexionó sobre el pasaje evangélico de la mujer adultera y destacó la actitud de Jesús que, frente a una vida rota, intentó sanarla y no romperla aún más.
En el último domingo de Cuaresma, el obispo reflexionó sobre el hecho de experimentar el amor y perdón de Dios, y la dignidad que devuelve Jesús a la mujer adultera.
El obispo auxiliar de Mendoza presidió la misa dominical en la capilla del Seminario arquidiocesano, donde llamó a saber personar, porque "perdonar es dar vida".