Un hombre disparó contra los fieles que se encontraban en una misa en la escuela católica de la Anunciación. Dos niños murieron y otras 17 personas resultaron heridas, entre ellos 14 niños.
Hubo al menos 11 muertos, incluido el presunto agresor, como consecuencia de un tiroteo en un centro educativo para adultos en Örebro, a 200 km de Estocolmo.
El Santo Padre expresó su "cercanía espiritual" a las víctimas del tiroteo masivo en la universidad de la capital checa y confía "a los que fallecieron a la amorosa misericordia de Dios Todopoderoso".
Francisco envió sus condolencias por el último tiroteo masivo en Lewiston (Maine), calificándolo de "tragedia indescriptible".