Los sacerdotes de la diócesis compartieron sus jornadas de formación permanente en Villa Cura Brochero. Contaron con la presencia del obispo, monseñor Araya, y del presbítero Roberto Almada.
En su mensaje, el purpurado agradece a Dios por el don de la vida, las amistades y la vocación sacerdotal, y pide perdón a quienes pudiera haber ofendido a lo largo de su ministerio.
Lo hizo en el marco de la peregrinación diocesana al santuario mariano nacional. El obispo de Avellaneda-Lanús evocó al beato Eduardo Pironio, recordó al papa Francisco y rezó por el papa León XIV.
El obispo de Río Cuarto se refirió a la canonización del cyber apostol por parte del papa León XIV. "La santidad "se encuentra en la vida cotidiana, en la coherencia entre la fe y las acciones".