La tradicional celebración comenzó con una procesión desde la parroquia Sagrado Corazón de Jesús y continuó con estaciones submarinas en el Golfo Nuevo, acompañadas por buzos, kayakistas y fieles.
El arzobispo porteño, Mons. García Cuerva, encabezó el recorrido. Participaron numerosas familias y fieles de todas las edades, que recorrieron las 14 estaciones a lo largo de la Avenida de Mayo.
El arzobispo porteño replicó el gesto del lavado de pies como lo hizo Jesús con sus discípulos. Lo hizo en el Complejo Penitenciario N°2 de Villa Devoto y la parroquia Inmaculada de Villa Soldati.
"Hoy confesamos que Jesucristo nos amó y nos salvó y también confesamos que nuestra esperanza es su misericordia. Su reinado es un reinado de amor y de servicio, que le lleva a dar la vida".