Fue en la apertura solemne de la Puerta Santa en la catedral Nuestra Señora de la Asunción. Concelebraron los obispos auxiliares Álvarez, Seirutti y Musolino y sacerdotes del clero cordobés.
El arzobispo de Rosario presidió el inicio del Año Santo en la arquidiócesis, con una peregrinación desde el santuario de San Cayetano hasta la catedral Nuestra Señora del Rosario.
El arzobispo recordó que "en Navidad se celebra el realismo de una familia marginada, como lo fueron José, María y el Niño perseguido". Hoy como ayer estas familias piden que se les preste atención.
"Somos seres humanos, nacemos en una familia y nos debemos a una familia. Tratemos de hacerla madurar, para que podamos así reflejarla en el resto de la sociedad", pidió el obispo.