El delegado de las causas de los santos y obispo castrense de la Argentina compartió un artículo en el medio "MDZ" sobre esos dos grandes protagonistas de la historia de la Iglesia en nuestro país.
"Uno tiene que tener el oído y el corazón muy abiertos, porque se escucha de todo; uno va como gestando una síntesis de lo que es la Iglesia y lo que es el mundo", planteó el arzobispo cordobés.
El obispo de San Isidro envió su reflexión semanal desde Roma, e invitó a pedirle al Señor que "nos enseñe a tocar la realidad, a sumergirnos como en el Bautismo, y no a elevarnos".
El arzobispo destacó a las mujeres de los barrios populares que, pese a sus propios dolores y limitaciones, "siguen siendo una fuente inagotable de afecto y ternura".