La orden abandona el país centroamericano tras más de 50 años de servicio, luego de entregar la parroquia Nuestra Señora del Carmen a la arquidiócesis de Managua.
En el Catatumbo, los enfrentamientos entre grupos guerrilleros ya dejaron más de 80 muertos, 11.000 desplazados y más de 1.500 refugiados en Venezuela. Los religiosos del país se suman al pedido.
Lo pidió el Comité de Migración del episcopado estadounidense, en un comunicado en el que enfatizó que "la dignidad no depende de la ciudadanía o el estatus migratorio de una persona".
En un ambiente de música, alegría y fe, el obispo auxiliar de La Serena, monseñor Enrique Balzán, presidió la misa inaugural, concelebrada por veinte obispos y decenas de sacerdotes.