La religiosa brasileña, la persona más anciana del mundo, murió a los 116 años
- 8 de mayo, 2025
- Porto Alegre (Brasil) (AICA)
Dedicó su vida al servicio como religiosa, profesora y secretaria en la Congregación de las Hermanas Teresianas. En 2018, recibió la bendición apostólica del papa Francisco.

A pocas semanas de cumplir 117 años, falleció en su hogar por causas naturales la hermana Inah Canabarro, una mujer brasileña que era la persona más anciana del mundo, informó su congregación religiosa.
La Compañía de Santa Teresa de Jesús, una congregación de monjas teresianas, indicó que Canabarro murió en su hogar por causas naturales.
La Hermana Teresiana, nacida el 27 de mayo de 1908, falleció en paz el 30 de abril de 2025, a la edad de 116 años. Su fallecimiento cierra un capítulo memorable en la historia y marca el final de una vida dedicada a la educación, la fe y el servicio.
Canabarro fue confirmada en enero como la persona más anciana del mundo por LongeviQuest, una organización que rastrea a los supercentenarios en el mundo. Nació en 1908 y habría cumplido 117 años el 27 de mayo.
Según LongeviQuest, la persona más anciana del mundo es ahora Ethel Caterham, una mujer británica que tiene 115 años de edad.
La hermana Inah afirmó que su fe católica era la clave de su longevidad, en un video grabado por LongeviQuest en febrero de 2024. Se puede ver a la sonriente Canabarro haciendo bromas, compartiendo miniaturas de pinturas que solía hacer de flores silvestres y recitando la oración del Ave María.
La monja teresiana dijo a los visitantes de su hogar de retiro en la ciudad sureña brasileña de Porto Alegre: "Soy joven, bonita y amigable, todas cualidades muy buenas y positivas que ustedes también tienen".
Cleber Canabarro, su sobrino de 84 años, dijo en enero que, de niña, la hermana Inah Canabarro era tan delgada que muchas personas no creían que sobreviviría hasta la adultez. Su bisabuelo fue un famoso general brasileño que tomó las armas durante el turbulento período posterior a la independencia de Brasil de Portugal en el siglo XIX.
Su devoción por la enseñanza se correspondía con su profundo compromiso religioso. En una inusual entrevista en marzo de 2024, la hermana Inah atribuyó su longevidad al hábito diario de rezar el Rosario, no por sí misma, sino "por todos en el mundo". Incluso cuando la edad le impidió hablar y le nubló la vista, su rutina diaria continuó: oración, humor y amabilidad.
El legado de la religiosa
El legado de la hermana Inah también incluyó una sorprendente dosis de activismo musical. Ayudó a fundar bandas de música estudiantiles en el Colegio Santa Teresa de Santana do Livramento y en Rivera, Uruguay, dos ciudades fronterizas pero que comparten un mismo latido cultural.
En una época en la que se esperaba que la mayoría de los religiosos permanecieran en silencio tras los muros de la escuela, ella ayudó a llenar esos muros de música. Aunque conocida por su piedad y pedagogía, la hermana Inah albergaba una ardiente pasión secular: el fútbol. Hincha de toda la vida del Sport Club Internacional, sus ojos aún se iluminaban al mencionar a su equipo. Su lealtad al "Inter" era inquebrantable, un toque humano que la hacía aún más querida.
Para su cumpleaños número 110, fue honrada por el papa Francisco. Fue la segunda monja más anciana jamás documentada, después de Lucile Randon, quien fue la persona más anciana del mundo hasta su muerte en 2023 a la edad de 118 años.
Canabarro asumió el título de la persona viva más anciana tras la muerte de Tomiko Itooka de Japón en diciembre, según LongeviQuest.
Se ubicó como la vigésima persona documentada más anciana que haya vivido, una lista encabezada por la francesa Jeanne Calment, quien murió en 1997 a la edad de 122 años, según LongeviQuest.
"Su larga y significativa vida tocó a muchos, y su legado como educadora devota, hermana religiosa y supercentenaria será recordado con gran admiración", expresó LongeviQuest en un comunicado.+