El obispo de San Francisco recordó que, por el bautismo, los cristianos se convierten en morada de Dios, llamados a vivir con esperanza, impulsados por el amor derramado por el Espíritu Santo.
El clero reflexionó sobre temas de importancia ministerial y diocesana. Fue en Luis Guillón y estuvieron presentes el obispo Jorge Lugones y el obispo auxiliar Fernando Rodríguez.
Tuvo lugar en el Hogar de Ancianos y participó el obispo Fernando Croxatto. Junto a referentes de diferentes denominaciones elevaron una plegaria común por la unidad y compartieron el gesto de la luz.
"La Trinidad está continuamente saliendo de ella misma para poder volcarse. Estamos hechos para salir de nosotros mismos", manifestó el obispo emérito de San Isidro en su reflexión semanal.