Natural de Betsaida, en Galilea, era pescador como su hermano San Pedro. Siendo del grupo que seguía a Juan el Bautista, fue el primero de los apóstoles que conoció y trató a Jesús. Él fue quien se lo hizo conocer a Pedro. Después de Pentecostés predicó el Evangelio en Grecia, en la Escitia (actual Ucrania), y en los territorios de las actuales Bulgaria y Albania. El año 63, bajo el imperio de Nerón, en Patrás de Acaya, el procónsul Egeas lo hizo encarcelar, y luego de azotarlo lo mandó crucificar en una cruz en forma de X que desde entonces se llamó cruz de San Andrés. Su cuerpo fue trasladado a Constantinopla; de allí, en tiempos de las Cruzadas (1210), a la catedral de Amalfi (Italia). En 1462, Pío II colocó la cabeza de San Andrés junto al sepulcro de San Pedro, en el Vaticano. Pablo VI, en señal de acercamiento con el Oriente, devolvió la cabeza a la ciudad de Patrás, lugar del martirio del apóstol.