Enrique Ángel Angelelli obispo de La Rioja, Carlos de Dios Murias, franciscano conventual, Gabriel Longueville, sacerdote misionero fidei donum, y Wenceslao Pedernera, catequista, padre de familia. Los cuatro mártires fueron asesinados en 1976, durante la dictadura militar, por su compromiso con los más pobres y desprotegidos. La participación en un mismo proyecto eclesial y el padecimiento de la muerte por esa identificación con Cristo y los pobres los convierte en modelo de santidad comunitaria encarnada. Fueron beatificados el 27 de abril de 2019, en la ciudad de La Rioja.