Mons. Colombo: 'Jesús sale a nuestro encuentro más allá de nuestras debilidades'

En la solemnidad de Cristo Rey, el arzobispo de Mendoza destacó el valor del laicado y exhortó a asumir con confianza la misericordia divina que acompaña y sostiene la vida cristiana.

En la parroquia San Cayetano de Godoy Cruz, el arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, presidió la misa de la solemnidad de Cristo Rey, con la que la Iglesia concluye el año litúrgico.

En su homilía invitó a contemplar el reinado de Jesús como un llamado a prolongar su presencia en la historia mediante la vida cotidiana de los creyentes.

Recordando las lecturas bíblicas, el arzobispo mendocino evocó la figura del rey David como anticipo del Mesías y destacó el himno cristológico de la Carta a los Colosenses, que presenta a Cristo como cabeza y plenitud de toda la creación. También se detuvo en la conmovedora escena del buen ladrón, quien reconoce a Jesús como Salvador aún en el momento de su crucifixión.

Monseñor Colombo destacó que en ese diálogo se revela "el corazón del reinado de Cristo", cuyo señorío no consiste en salvarse a sí mismo, sino en llevar a plenitud la voluntad del Padre e incluir en esa promesa incluso a quien llega a Él en el último instante.

Ese "hoy" anunciado al buen ladrón -explicó- es un tiempo divino que supera los límites humanos, porque Dios abre su misericordia a quien lo reconoce con sincero arrepentimiento.

El arzobispo invitó a los fieles a situarse espiritualmente en el lugar del buen ladrón: "Reconocer nuestras culpas y flojeras, y confiar en el amor que rescata y dignifica".

Asimismo, subrayó que esta solemnidad recuerda que el reinado de Cristo comienza en el corazón y se manifiesta allí donde se acoge la acción salvadora de Dios.

Día del Laico
Como cada año, la arquidiócesis celebró en esta jornada el Día del Laico. Mons. Colombo agradeció "al valioso laicado de Mendoza", por su fidelidad, su servicio y su capacidad de asumir las necesidades de la Iglesia.

El arzobispo estacó su testimonio, sus dones y su presencia activa en múltiples ministerios y tareas pastorales.

Finalmente, expresó un afectuoso reconocimiento: "Celebramos a nuestros laicos y laicas que muestran signos de un reinado distinto en la sociedad, el reinado de Cristo que quiere servir. Gracias por extender las manos y el corazón de la Iglesia entre los hombres".+