Mons. Lozano: 'Viejos son los trapos...'
- 27 de julio, 2025
- San Juan (AICA)
El arzobispo de San Juan llamó a valorar a los adultos mayores y denunció la cultura del descarte. "La dignidad no se jubila ni se degrada con los años", aseguró y llamó a cuidar de los abuelos.
Con motivo de la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos, el arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Lozano, publicó una reflexión titulada "Viejos son los trapos", en la que advirtió sobre las expresiones discriminatorias y el desprecio creciente hacia las personas mayores en la sociedad actual.
"La dignidad de la persona humana no envejece, no se jubila, no se degrada con los años ni con la fragilidad del cuerpo", afirmó e hizo un llamado a "recuperar la ternura" como forma de relacionarse con los ancianos.
Recordó que cada año, en torno al 26 de julio -fiesta de san Joaquín y santa Ana, abuelos de Jesús- la Iglesia celebra esta jornada instituida por el papa Francisco para reconocer el valor y el testimonio de los adultos mayores.
Monseñor Lozano denunció la mirada "descalificadora" que se instala en muchos sectores y criticó "el paradigma perverso del eficientismo", que mide el valor de las personas por su productividad o rendimiento.
"El culto a la juventud eterna y la idolatría de la velocidad nos han hecho despreciar la lentitud, la debilidad y la memoria", advirtió.
El arzobispo sanjuanino citó también el reciente mensaje de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, que denuncia la situación de muchos adultos mayores en el país: "Aun habiendo trabajado toda la vida, en muchos casos dependen de sus familias para subsistir. Nos duelen esas escenas cotidianas de abuelos en farmacias, teniendo que elegir qué medicamento comprar".
Legado y sabiduría
En su mensaje, monseñor Lozano lamentó el uso habitual de expresiones y frases que, aunque parezcan inofensivas, "encierran desprecio" y promueven una cultura del descarte.
"Cada palabra de burla o indiferencia hacia los mayores es una herida abierta a la dignidad de todos", expresó.
También destacó el legado de fe y sabiduría que los mayores transmiten: "La herencia más significativa que nos dejan abuelos y ancianos es la fe vivida, la paciencia aprendida, las oraciones compartidas, la fidelidad silenciosa".
Finalmente, invitó a vivir esta Jornada con gestos concretos: visitar, escuchar, acompañar y honrar a los mayores.
"Visitar a un anciano es un modo de encontrarnos con Jesús, que nos libera de la indiferencia y la soledad", concluyó, recordando las palabras del papa León XIV en el contexto del Año Santo.+