Miércoles 26 de febrero de 2025

Mons. Carrara: 'Pensar en Sor Ludovica es pensar un camino de santidad'

  • 26 de febrero, 2025
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de La Plata presidió la misa para recordar la vida y obra de la beata, y también para rezar por la salud del Papa Francisco, "don del Espíritu Santo y profeta de la dignidad humana".
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En una catedral de La Plata colmada, el arzobispo local, monseñor Gustavo Carrara, presidió el martes 25 de febrero la misa por la beata María Ludovica, a la que también se convocó para rezar por la salud del Papa Francisco.

Concelebraron los obispos auxiliares de la arquidiócesis, monseñor Alberto Bochatey OSA y monseñor Jorge González, junto con el párroco del templo, presbítero Hernán Remundini, y varios sacerdotes más. Estuvieron presentes, además, seminaristas y diáconos permanentes.

También partició de la celebración el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; la jefa de Asesores del gobernador, Cristina Álvarez Rodríguez; el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco; el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque; el intendente de La Plata, Julio Alak; y la diputada nacional por la Provincia de Buenos Aires, Victoria Tolosa Paz, entre otras autoridades.

También lo hizo el director del Hospital de Niños, Gustavo Sastre, junto con personal de ese nosocomio; la madre general de la Congregación de las Hijas de la Misericordia, a la que pertenecía sor Ludovica, la hermana Floripes, y su vicaria, la hermana Francesca (venidas desde Italia), junto con todas las religiosas que acompañan la tarea del hospital, y muchos fieles de distintas comunidades, niños y jóvenes, quienes se acercaron para honrar a la beata y pedir por el Santo Padre.

En un ambiente de profunda introspección, el arzobispo recordó que "hoy nos convoca la celebración de la beata Sor María Ludovica, cuya imagen y reliquias están aquí en la catedral, pero este es también un día muy especial, porque nos unimos a millones de personas en todo el mundo que, en oración o pensándolo bien en su corazón, piden por la salud del Papa Francisco". "Hoy, aquí, en nuestra catedral pedimos al Señor, por intercesión de nuestra beata Ludovica, fortaleza de espíritu, consuelo y salud para nuestro querido Papa", agregó.

Recordó a continuación que las Hijas de la MIsericordia llegaron a la Argentina hace 150 años. Las hermanas, entre las muchas obras de misericordia que fueron animando a lo largo de los años, crearon varias entidades educativas, entre ellas el colegio Nuestra Señora de la Misericordia, del barrio porteño de Flores.


"En otra oleada de inmigrantes -recordó también- llega a nuestro país, en diciembre de 1907, Sor Ludovica quien, en enero de 1908, fue designada para acompañar a la comunidad destinada para prestar servicio en el Hospital de Niños. Allí pasó el resto de su vida, hasta 1962, cuando partió al cielo. Allí se santificó, poniendo a los niños en el centro de su preocupación". También recordó que, en 1931, en otro de los procesos migratorios, llegaron los abuelos paternos y el padre de Jorge Mario Bergoglio el actual Papa Francisco, quien nació en 1936.

Luego, invitó a leer y concretar el Magisterio de Francisco: "'Evangeli Gaudium', para nosotros en la Iglesia, es un documento programático para la Pastoral; 'Laudato si' es un llamado a que escuchemos el grito de la tierra y el grito de los más pobres; 'Fratelli Tutti' constituye un mensaje de Francisco respecto de que 'nadie se salva solo'; 'Dilexit nos', es una invitación a volver al Corazón de Jesús, que nos amó y nos salvó".

Monseñor Carrara aseguró que, "además de rezar por Francisco y de pensarlo bien en nuestro corazón, hoy tenemos que comprometernos en concretar su magisterio y enseñanza". Afirmó también que, cuando "miramos a la beata, pensamos en un camino de santidad, que empieza el día del Bautismo, porque allí se nos da la gracia especial de ser hijos de Dios y se nos da una familia más grande, que es la familia de la Iglesia. En el Bautismo, se siembra la semilla de la santidad, y esa semilla hay que hacerla crecer, hay que desplegarla, y es lo que hizo Sor Ludovica".

"Pensar en Sor Ludovica es pensar en un camino de santidad, mirarla a ella es pensar a los niños, las niñas y los adolescentes. Ella siempre decía: 'Para los niños, lo mejor'", manifestó.


Hacia el final de la homilía, invitó a que, "de modo humilde, encendamos la velita de nuestra oración y pidamos por Francisco, agradeciendo todo lo lindo y lo bueno que hace él, no solo por la Iglesia, sino por toda la humanidad". "Hoy, al rezar, reconocemos que Francisco es un don del Espíritu Santo para la Iglesia toda; pero, también para nuestro mundo de hoy, es un profeta de la dignidad humana. Pedimos a Dios nuestros mejores deseos para él y lo encomendamos a la beata, para que interceda en su nombre", concluyó.

Luego de la misa, monseñor Carrara se dirigió hacia el sector del templo donde se encuentran las reliquias de la beata, y bendijo con ellas a los niños y familias presentes.+

-> Texto completo de la homilía