Viernes 29 de marzo de 2024

Fallecimiento del Pbro. José Ingr

  • 22 de febrero, 2016
  • Buenos Aires (AICA)
El sábado 13 de febrero, por la noche, falleció en esta ciudad el presbítero José Domingo Ingr, de 92 años, que llevaba 66 años de fiel dedicación a su ministerio sacerdotal, en el cual tuvo especial inclinación a la pastoral del matrimonio y la familia. Fue asesor arquidiocesano del Movimiento Familiar Cristiano y director de la Casa del Clero de Buenos Aires.
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El sábado 13 de febrero, por la noche, falleció en esta ciudad el presbítero José Domingo Ingr, de 92 años, que llevaba 66 años de fiel dedicación a su ministerio sacerdotal, en el cual tuvo especial inclinación a la pastoral del matrimonio y la familia. Fue asesor arquidiocesano del Movimiento Familiar Cristiano y director de la Casa del Clero de Buenos Aires.

Al día siguiente, domingo 14 de febrero, se efectúo el sepelio en el panteón de la Asociación Eclesiástica de San Pedro, Mutual del Clero, en el cementerio de la Recoleta, presidido por el obispo auxiliar y vicario general de la arquidiócesis de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza.

El padre Ingr había nacido en Mistrin, Moravia (actual República Checa), el 23 de agosto de 1923. Siendo muy pequeño vino con sus padres a la Argentina, donde el 11 de abril de 1926 nació en Avellaneda su hermano Francisco. Ambos fueron ordenados sacerdotes en Buenos Aires el mismo día: el 4 de diciembre de 1949. En los años 60, durante algún tiempo, José fue vicario cooperador en la parroquia de Nuestra Señora de Luján Porteño, donde su hermano Francisco fue párroco entre 1961 y 1970, en el barrio de Parque Avellaneda, cerca de donde vivía su mamá.

Cuando falleció, hacía medio siglo que el padre José Ingr vivía en la Casa del Clero, ubicada en la esquina de Rodríguez Peña y Paraguay. Entre 1972 y 1975 presidió la comisión directiva encargada de la administración de esa casa donde viven sacerdotes de la arquidiócesis y donde paran temporariamente muchos otros que vienen por estudios, encuentros o trámites a la capital. También fue delegado del arzobispado en esa casa, entre 1988 y 1993, donde favoreció un ambiente de amistad sacerdotal con habituales detalles de afecto y cuidado para quienes vivían allí.

Antes del entierro, una docena de sacerdotes celebró una misa de cuerpo presente en la entrada de la Casa del Clero, y se leyó su testamento. Su presencia de medio siglo en esa casa sólo se interrumpió un tiempo en el cual el padre Ingr fue, a fines de 1984, a la diócesis de San Nicolás de los Arroyos, cuando era su obispo monseñor Domingo Castagna, con quien tenía buena amistad desde cuando éste vivía en la Casa del Clero.

Anteriormente, entre 1954 y 1960 vivió en Chile, desempeñando su ministerio en la diócesis de Rancagua. Entre 1961 y 1963 estuvo en la recién constituida diócesis de San Isidro. Y entre 1988 y 1998 fue juez adjunto del Tribunal Interdiocesano Bonaerense.

En la ciudad de Buenos Aires, su primer destino tras ordenarse fue vicario cooperador en la parroquia del Niño Jesús, en el barrio porteño de Villa Lugano. El mismo año fue destinado a la parroquia Inmaculada Concepción en el barrio de Constitución; en 1952 a la parroquia del Tránsito de la Santísima Virgen, en el barrio de Balvanera, y en 1954 fue vicario cooperador de Santa Elena, en el barrio de Palermo. Fue capellán de las hermanas de la Asunción y durante muchos años confesó y celebró misa en la céntrica parroquia de San Nicolás de Bari, de la que era capellán externo, a pocas cuadras de la Casa del Clero; también celebró misa y confesó durante varias temporadas en las parroquias Nuestra Señora del Carmen, al lado de la Casa del Clero, y Patrocinio de San José en el barrio de la Recoleta.

En los últimos años salía muy poco de esta residencia, donde todos los días, a las 8.30, celebraba con unción la Santa Misa en el oratorio, a la que solían asistir unas pocas personas amigas.

El fallecimiento se produjo el sábado 13 de febrero, pasadas las 22, en el sanatorio Dupuytren, donde había sido internado por una neumonía. Antes de salir de la Casa del Clero para internarse, dos días antes, el presbítero Domingo Caggia le dio la absolución y la santa unción de los enfermos. "Ahora me voy tranquilo", comentó. El padre Caggia, que tenía habitual trato con él en la misma casa, recuerda cómo rezaba varios rosarios cada día, además de la liturgia de las horas, y con qué devoción recibía la comunión cuando por estar circunstancialmente enfermo no podía celebrar la Santa Misa.

El padre Ingr, dueño de una gran cultura general y de un temperamento alegre y afectuoso, participó en su época en actividades periodísticas, en publicaciones de la editorial Abril y formó parte del Club Gente de Prensa, entidad fundada en 1963 que agrupa a periodistas que buscan mejorar su quehacer profesional en consonancia con la fe cristiana.

Durante los veinte años en que AICA tuvo su sede en la Casa del Clero, contó siempre con el apoyo del padre Ingr, quien en numerosas ocasiones ayudó a solucionar algunos problemas que afectaban a la entonces joven agencia, la que a su vez colaboró intensamente con él cuando se desempeñaba como asesor del Movimiento Familiar Cristiano.

Apenas falleció, el presbítero Ricardo Larken transmitió la noticia: "Acaba de hacer su Pascua el P. José Ingr, a los 92 años de edad, sirviendo a Dios y a los hombres en la Iglesia de Cristo. Lo reciba el Buen Pastor Jesucristo en la gloria que le tenía preparada desde el comienzo del mundo".+