Viernes 29 de marzo de 2024

Un año para pedir la fe y rezar el Credo como súplica

  • 22 de octubre, 2012
  • San Rafael (Mendoza) (AICA)
El obispo de San Rafael, monseñor Eduardo María Taussig, abrió el Año de la Fe en la diócesis con una misa concelebrada en la catedral local, donde destacó la importancia de la palabra "creo", porque "expresa el acto de creer, el acto de fe" y su vinculación con el también importante vocablo "amén". Alentó a "pedir la fe y a rezar el Credo como una oración de súplica para que el Señor aumente nuestra fe", y recomendó rezar "este año muchas veces el Credo, para profesar y para pedir la fe". El prelado sugirió hacerlo al iniciar el rezo del Rosario, al comenzar toda reunión parroquial, de instituciones, grupos o movimientos, en familia al menos alguna vez por semana, y personalmente, cada uno, una vez por día.
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El obispo de San Rafael, monseñor Eduardo María Taussig, abrió el Año de la Fe en la diócesis con una misa concelebrada en la catedral local, donde destacó la importancia de la palabra "creo", porque "expresa el acto de creer, el acto de fe".

"Es la palabra que estructura la oración síntesis de nuestra fe, como lo pueden apreciar gráficamente en el tríptico que tienen en sus manos. Es la palabra que "articula" las verdades de la fe que profesamos en el Credo, es decir, que las une, las sostiene y las vincula en una unidad y armonía indivisibles", subrayó.

"Creer es asentir a una verdad que no es evidente para la inteligencia, como lo es, por ejemplo, afirmar que "el todo es mayor que la parte" o cualquier otro principio que se hace patente por sí mismo; o el teorema de Pitágoras u otra verdad científica, demostrable con razonamientos o experimentos en el laboratorio. Creer es asumir lo que no vemos ni podemos demostrar, pero tenemos la certeza de que es verdad, a tal punto de poder jugarnos la vida por ello, porque confiamos en Quien nos lo dice, revela o enseña", profundizó.

El prelado señaló que el Catecismo de la Iglesia Católica explica "las verdades de la fe desarrollando el Credo apostólico", por lo que propuso que en la Iglesia en San Rafael se rece todos los domingo y en todas las iglesias de la diócesis, durante el Año de la Fe, el Credo "corto", el Credo de los Apóstoles.

Monseñor Taussig también se refirió a la importancia de la palabra "amén" al explicar que ese término en hebrero pertenece a la misma raíz que la palabra "creer", e indicó que "esta raíz expresa la solidez, la fiabilidad, la fidelidad. Así se comprende por qué el ?amén? puede expresar tanto la fidelidad de Dios hacia nosotros como nuestra confianza en Él"".

Tras afirmar que "el acto de fe es siempre una respuesta y supone una gracia de Dios", precisó que "la fe, ante todo, es un don: nos la regala Dios" y "porque es un don, siempre pedimos la fe".

El obispo sanrafaelino alentó a "pedir la fe y a rezar el Credo como una oración de súplica para que el Señor aumente nuestra fe", y recomendó rezar "este año muchas veces el Credo, para profesar y para pedir la fe".

Sugirió hacerlo: * Al iniciar el rezo del Rosario, luego del acto de contrición para purificarnos, poniéndonos en la presencia de Dios y dispuestos a contemplar, con la mirada y la fe de María, los misterios que tocan cada día.
* Al comenzar toda reunión parroquial, de instituciones, grupos o movimientos? Siempre que "dos o más de los discípulos de Jesús nos reunamos en Su nombre", ¡recemos el Credo!
* En familia, al menos alguna vez por semana, todos juntos, pidiendo y celebrando la fe en la "Iglesia doméstica" que es cada hogar cristiano.
* Personalmente, cada uno, una vez por día. Puede ser con las oraciones de la mañana o de la noche si no tuvimos otra posibilidad? O en la adoración, o ¡en el mejor momento que podamos hallar!Por último, monseñor Taussig enfatizó que es la Virgen María quien "invita a la Iglesia a acoger este año de esperanza, este año en el cual la luz de la fe tiene que brillar con nuevo resplandor, como profetizó Isaías, en el desierto de nuestra historia, de nuestras vidas, y tiene que anunciar al mundo el gran misterio del amor de Dios y de la luz de Jesucristo. Le pedimos a María Santísima con todo el corazón que nos ayude a profesar la fe".

Durante la celebración eucarística, los párrocos recibieron junto con algunos miembros de sus comunidades el tríptico misionero que se llevará como "símbolo de esta actitud creyente y apostólica".+

Texto completo de la homilía