Francisco visita una escuela para niños con discapacidades en Timor Oriental
- 10 de septiembre, 2024
- Dili (Timor Oriental) (AICA)
"¡Gracias por enseñarnos a cuidar y a ser cuidados!", expresó el pontífice, al agradecerles a los trabajadores del lugar por su atención y también a los chicos, por dejarse cuidar.
"Sin amor, nada de esto se puede entender", afirmó este martes 10 el Papa Francisco, al visitar un centro para niños con discapacidad, en Dili (capital de Timor Oriental), en un encuentro marcado por varios gestos de cercanía, y en el que alabó también la misión de quienes se preocupan por los demás.
"El 'sacramento de los pobres' es un amor que anima, construye y fortalece. Eso es lo que encontramos aquí, amor. Sin amor, nada de esto se puede entender", dijo, hablando en forma improvisada, con la ayuda de un sacerdote que traducía al idioma tetum.
En efecto, el segundo día de la visita papal a Timor Oriental comenzó en la Escuela 'Irmãs ALMA' (Asosiasi Lembaga Misionari Awam, Asociación de Sociedades Misioneras Laicas), donde fue recibido con un canto por un grupo de consagradas y de niños vestidos con trajes tradicionales, habiendo recibido el tradicional pañuelo timorense, llamado tais.
Francisco se reunió con alrededor de 50 niños y 28 hermanas, y firmó una placa conmemorativa del 60º aniversario de la fundación de la congregación por el padre Paulus Hendrikus Janssen, realizada en Madiun (Indonesia).
Durante ese encuentro, celebrado en un ambiente de cercanía, tres niños se sentaron tranquilamente a los pies del Papa.
"Compartir la vida con las personas más necesitadas es un programa para ustedes y para todos los cristianos", les dijo el pontífice a las religiosas.
Discurso del Papa
En un breve discurso, el Santo Padre habló sobre el Juicio Final, explicando que, cuando Jesús invita a las personas a "venir conmigo", no es porque fueron bautizados o confirmados, o vivieron perfectamente, sino porque "me cuidaron".
Jesús llama a las personas a seguirlo porque mostraron cuidado y compasión por los demás.
El Papa se refirió al "sacramento de los pobres", describiéndolo como un amor que "mueve, construye y fortalece". Señaló que ese amor está claramente presente en el Colegio Irmãs Alma y que, sin él, el trabajo del colegio no sería posible.
Concluyó expresando su agradecimiento: "Quiero agradecerles todo lo que hacen y también quiero agradecerles a los niños, a esos niños y niñas que dan testimonio y se dejan cuidar. Ellos nos enseñan cómo dejar que Dios nos cuide".
"Gracias, Silvano"
El Papa Francisco se dirigió entonces a un niño de la escuela, llamado Silvano. Pidió que se lo trajeran y, tomándolo de la mano, le agradeció por haber permitido que las hermanas lo cuidaran. "Así como Silvano se deja cuidar, también nosotros debemos aprender a dejarnos cuidar", dijo el Papa.
La hermana Getrudis Bidi, superiora de la comunidad, había dado por su parte el saludo de apertura, explicando que la misión de las religiosas es estar "al lado de los pobres, discapacitados y abandonados, en la misma casa, en la misma habitación, compartiendo la misma mesa, orando juntos, unidos de corazón y alma".
"Es en el servicio a los pobres que encontramos para siempre a Dios mismo", indicó.
Bidi consideró que la visita de Francisco es "una bendición" para el país, y manifestó su esperanza de que, a raíz de ella, todos puedan "ser inspirados a amar más a los pobres y a profundizar en su fe en Dios".
Para conmemorar el 60º aniversario de la Asociación de Sociedades Misioneras Laicas, el Papa Francisco firmó una placa antes de despedirse de los niños.+