Martes 16 de abril de 2024

"Tener un Papa argentino, nos pone ante una responsabilidad histórica"

  • 1 de julio, 2013
  • Buenos Aires (AICA)
La arquidiócesis de Buenos Aires vivió el este sábado 29 de junio la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo, un día de fiesta y misión por el Día del Pontífice, y sobre todo para festejar tener un papa "argentino y porteño". Los festejos llevaron por lema "Buenos Aires con el Papa reza por la Iglesia y con la Iglesia reza por el Papa". Tras la misión juvenil, el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Eduardo García, presidió la misa en la catedral metropolitana, donde señaló que en esta oportunidad también "agradecemos especialmente al Señor el don maravilloso que ha hecho a su Iglesia y al mundo en la persona del papa Francisco", y consideró que "no seríamos justos si en esta acción de gracias y pedido no tuviéramos presente al papa emérito Benedicto XVI". Y advirtió: "Toda gracia implica una responsabilidad, no podemos quedarnos en el orgullo de que un argentino sea papa. Tenemos una responsabilidad histórica. Si experimentamos la alegría de saber que su magisterio de gestos y
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La arquidiócesis de Buenos Aires vivió este sábado, solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo, un día de fiesta y misión por el Día del Pontífice, y sobre todo para festejar tener un papa "argentino y porteño".

Los festejos llevaron por lema "Buenos Aires con el Papa reza por la Iglesia y con la Iglesia reza por el Papa".

Los jóvenes coparon este sábado las estaciones de subte, medio de transporte que acostumbraba utilizar Jorge Bergoglio para desplazarse desde la curia hasta las periferias de la Ciudad, para recoger las intenciones de los usuarios y entregarles estampas con una oración por el Papa.

Desde las cabeceras de las seis líneas de subterráneos, llegaron hasta la Plaza de Mayo para encontrarse con una réplica de la Cruz Peregrina de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ-Río 2013), y desde allí ingresar a la catedral metropolitana, donde hubo un espacio de reflexión sobre temas recurrentes del Papa: el perdón, la oración y el envío.

Luego el obispo auxiliar de Buenos Aires y pro-vicario general, monseñor Eduardo García, presidió la misa, en la que destacó que tanto Pedro como Pablo "fueron las cabezas de una Iglesia pobre, perseguida y testimonial, que se convirtió en Iglesia primada".

Monseñor García puntualizó que en esta oportunidad también "agradecemos especialmente al Señor el don maravilloso que ha hecho a su Iglesia y al mundo en la persona del papa Francisco", y consideró que "no seríamos justos si en esta acción de gracias y pedido no tuviéramos presente al papa emérito Benedicto XVI".

"Si hoy agradecemos el don de Francisco a la Iglesia, es porque el papa (Joseph) Ratzinger tuvo la valentía y el coraje de no dejarle atadas las manos a Dios para que continúe su obra", subrayó.

"Damos gracias por el papa Francisco, sus palabras de hoy son como un eco de las que nos dijo tantas veces, pero ahora de cara a toda la Iglesia, al mundo. (Jorge) Bergoglio decía: el Papa enseña. Sentimos la alegría y, por qué no, el sano orgullo de saber que uno de los hijos de esta Iglesia en Latinoamérica presenta al mundo como aporte genuino un estilo pastoral, un modo de ser Iglesia", agregó.

El prelado recordó, sin embargo, que "toda gracia implica una responsabilidad, no podemos quedarnos en el orgullo de que un argentino sea Papa. Tenemos una responsabilidad histórica. Si experimentamos la alegría de saber que su magisterio de gestos y palabras lo ensayó con nosotros, eso entraña la responsabilidad de vivirlo. Estamos llamados a ser los testigos que sostienen su magisterio. Y no es un peso extra en nuestra vida cristiana: es una gracia que nos llama a ser cada vez más coherentes con el estilo de Jesús. Lo que el Papa anuncia no es una ilusión sino que nuestra vida como Iglesia lo confirma".

"Convocados nuevamente a ser una Iglesia que reconoce sus fragilidades pero que sin embargo asume el compromiso de anunciar con un renovado fervor apostólico llegando a todas la periferias existenciales con la ternura de un Dios que, venido en carne en Jesucristo, se ha hecho compañero de camino y salvador de todos los hombres", indicó.

Por último, monseñor García sostuvo que "este es su legado y nuestro compromiso, es el mejor regalo que nuestra obediencia filial le puede hacer al Vicario de Cristo" e invitó a hacer propio el pedido del papa Francisco cada día, haciéndolo unos por otros: ?no te olvides de rezar por mí?".+

Texto completo de la homilía