"Sólo un amor fundado en Dios se puede librar de los peligros"
- 23 de julio, 2012
- Santiago del Estero (AICA)
El obispo de Santiago del Estero, monseñor Francisco Polti, presidió, el sábado 21 de julio, las celebraciones en honor a la Virgen del Carmen. Cada año, miles de fieles asisten a esta fiesta patronal que se realiza en la parroquia Nuestra Señora del Valle, de Villa La Punta, departamento Choya. El pastor manifestó que "María pide a Jesús que intervenga en favor de todos los esposos, a quienes sólo un amor fundado en Dios puede librar de los peligros de la infidelidad, de la incomprensión y de las divisiones. La gracia del sacramento ofrece a los esposos esta fuerza superior de amor que puede robustecer su compromiso de fidelidad incluso en las circunstancias difíciles".
Cada año, miles de fieles asisten a esta fiesta patronal que se realiza en la parroquia Nuestra Señora del Valle, de Villa La Punta, departamento Choya.
En la homilía, el prelado señaló que "la Imagen de la Santísima Virgen, recibe las súplicas, las confidencias, las oraciones de los fieles que confían en su intercesión. Con el diálogo filial y sincero, confiado y continuo, vamos manteniendo nuestra relación con Ella como Madre y Señora nuestra".
"El banquete de las bodas de Caná ?dijo- nos lleva a reflexionar en el matrimonio. La presencia de Jesús en Caná es señal de que Jesús bendice el amor entre el hombre y la mujer, sellado con el matrimonio. Dios instituyó el matrimonio al principio de la Creación y Jesucristo lo confirmó y lo elevó a la dignidad de Sacramento".
El pastor manifestó que "María pide a Jesús que intervenga en favor de todos los esposos, a quienes sólo un amor fundado en Dios puede librar de los peligros de la infidelidad, de la incomprensión y de las divisiones. La gracia del sacramento ofrece a los esposos esta fuerza superior de amor que puede robustecer su compromiso de fidelidad incluso en las circunstancias difíciles".
Monseñor Polti recordó que María dijo: "Hagan lo que Él les diga", como una invitación para cada uno de nosotros, invitación a "una confianza sin vacilaciones, sobre todo cuando no llegamos a entender los que Nuestro Señor nos pide".
"Es necesario estar dispuesto a olvidarse de uno mismo y desear de verdad que los otros sean felices", afirmó el obispo y añadió: "Consideremos las relaciones que tenemos en la familia, en el trabajo, en nuestra comunidad civil: es ahí donde debemos ser sembradores de paz y de alegría".
Como conclusión, el prelado santiagueño aseguró que "la presencia espiritual de la Virgen María está silenciosamente dentro de nosotros, atesorada en nuestro corazón, ella es nuestra mejor intercesora, la más perfecta mediadora, ella no ilumina el camino para llegar a Jesús, su hijo amado".+
Texto completo de la homilía