Catamarca: apertura de la Puerta Santa en el santuario de la Gruta de la Virgen del Valle
- 3 de enero, 2025
- San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
Es el tercer lugar de la diócesis donde se abre este portal santo, luego de la catedral y el templo del Servicio Penitenciario Provincial. Monseñor Luis Urbanc presidió la celebración.
Durante la tarde del miércoles 1° de enero, día en que la Iglesia celebra la fiesta de Santa María Madre de Dios, se llevó a cabo la ceremonia de inicio del Año Jubilar con la apertura de la Puerta Santa en el santuario de la Gruta de la Virgen del Valle.
Es el tercer lugar de la diócesis donde se abre este portal santo, luego de la catedral y la capilla San Maximiliano Kolbe del Servicio Penitenciario Provincial.
En el rito inicial, que tuvo lugar en la Plaza de la Virgen, el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc invitó a dar apertura solemne al Año Jubilar Ordinario en este santuario diocesano. Luego se proclamó el Evangelio y se leyó un fragmento de la bula de convocatoria del Papa Francisco.
A continuación, se puso en marcha la peregrinación precedida por la Cruz, ubicándose detrás los ministros y el pueblo de Dios reunido para vivir este acontecimiento de gracia en el lugar donde hace más de 400 años fue hallada la bendita imagen de Nuestra Señora del Valle.
A su arribo al santuario a cielo abierto, el prelado abrió la Puerta Santa, símbolo de Cristo, Puerta de Salvación, para los peregrinos que llegan a ese espacio de devoción mariana.
En el umbral, el obispo invitó al pueblo a venerar la Cruz llevada en procesión y después bendijo el agua con la que roció a todos los presentes.
La Eucaristía fue presidida por monseñor Urbanc y concelebrada por el presbítero Santiago Granillo, rector del santuario de la Gruta, y el presbítero Francisco Urbanc, sacerdote de la arquidiócesis de Tucumán.
En su homilía, el diocesano catamarqueño expresó su deseo de "que a lo largo de todo este 2025 podamos tener nuestras peregrinaciones penitenciales, para poder purificar el corazón de toda mancha de pecado y de todas las secuelas del pecado, y así vivir una profunda comunión con Dios".
"Acá, seguramente, tendrán la dicha de hacerlo muchos que vienen a visitar a la Virgen de otros lugares, de otras provincias, quienes podrán recibir la gracia de la indulgencia plenaria", agregó.
Continuando con su predicación, resaltó que "hoy la Iglesia celebra la Solemnidad de María Santísima como Madre de Dios, una verdad proclamada como dogma en el año 431 durante Concilio Ecuménico de Éfeso" y "nosotros hoy, inicio del año civil, proclamamos abiertamente al mundo que reconocemos que María Santísima es Madre de Dios".
"En el marco de esta gran Solemnidad -continuó- he abierto aquí esta Puerta Santa, para que todos aquellos que vienen a venerar a la Santísima Virgen María, de la mano de Ella se encuentren con Jesús, que es fuente inagotable de la misericordia".
Restan tres aperturas: el día 4 de enero en Belén, para el Decanato Oeste, y el 10 de enero sendas aperturas en El Suncho, para el Decanato Este, y en Piedra Blanca, departamento Fray Mamerto Esquiú, para el Decanato Centro.
Jornada Mundial de la Paz
En otro tramo de su predicación, monseñor Urbanc señaló que "la paz es don de Dios, pero tarea nuestra. Es Dios quien me da ese don en el corazón, fruto de la humildad con la que me arrepiento, pero después tengo que trabajar para que esa paz llegue a todos. Tenemos que trabajar por la paz en nuestro hogar, en el barrio, en el trabajo, en la escuela, en el lugar donde estemos".
Destacó que "el Papa nos pide que tengamos corazones verdaderamente arrepentidos, y utiliza un concepto propio de la guerra para decirnos que tenemos que desarmar el corazón, porque nuestros corazones están llenos de armas, un arma se llama odio, otra venganza, otra envidia, otra, egoísmo".
Por ello "en esta Jornada de Oración por la Paz nos pide que nos dispongamos a trabajar para desarmar, desarticular nuestros corazones de ese armamento".
La peregrinación, el corazón del Año Jubilar
Monseñor Urbanc recordó que "la peregrinación será el corazón de este Año Jubilar, porque somos peregrinos en este mundo, caminantes" y propuso "organizar por parroquias una peregrinación juntos durante el año, en la que tomemos conciencia de que somos un pueblo que camina, que va al encuentro con Dios; un pueblo que quiere ser encontrado por Dios , un pueblo que quiere tener el mismo corazón de Jesús, que es manso y humilde, lleno de misericordia".
También invitó "a perpetuar este año el misterio de la Navidad", anhelando "que cada uno tenga un pesebre en su casa a lo largo de todo el año, es el 2.025 cumpleaños de Jesús, también en los negocios, en las plazas, en nuestros colegios, que tengamos un pesebre. No dejemos pasar que estamos en este Año Jubilar, año para purificarnos, para reconciliarnos con Dios, porque para eso vino el Hijo de Dios".
"Que con esta apertura que hacemos acá, en este hermoso lugar tan bien atendido, tan querido, tan entrañablemente llevado en el corazón del creyente, podamos tener una verdadera fuente inagotable de evangelización, de anuncio del Evangelio y de difusión de los valores del Evangelio", expresó hacia el final, a la vez que exhortó a que "a lo largo de este año recurran frecuentemente al Sacramento de la Reconciliación, éste es el sentido de este Año Jubilar: la reconciliación, para poder vivir en paz con Dios y con los hermanos".+