Santo Tomé: más de 700 fieles en la III peregrinación a la basílica de Itatí

A pesar del mal tiempo, peregrinos provenientes de los tres decanatos diocesanos caminaron con fe, alegría y amor hacia la casa de la Virgen, renovando su compromiso como familia en Cristo.

En el marco del Jubileo de las Familias y los Movimientos, la diócesis de Santo Tomé vivió su III Peregrinación Diocesana a la basílica de Nuestra Señora de Itatí. A pesar del mal tiempo, más de 700 peregrinos provenientes de los tres decanatos diocesanos caminaron con fe, alegría y amor hacia la casa de la Virgen, renovando su compromiso como Iglesia unida y familia en Cristo.

La jornada, organizada por la Pastoral Familiar, tuvo lugar el sábado 28 de junio y contó con la participación de fieles laicos, religiosas, seminaristas, diáconos permanentes, sacerdotes y el obispo, monseñor Gustavo Montini.

La peregrinación comenzó con una procesión hacia la basílica, seguida de una misa presidida por monseñor Montini y concelebrada por los sacerdotes presentes.

Durante su homilía, el obispo destacó la figura de María como modelo de fe. "Lo más importante de la Virgen es que era creyente. La primera gracia que podemos pedirle es que nos enseñe a creer", expresó. Asimismo, puso de relieve la profundidad espiritual del Corazón Inmaculado de María, capaz de guardar y meditar incluso el dolor. "Pidámosle un corazón lleno de fe, esperanza, consuelo y caridad", exhortó a los presentes, y agregó: "Vamos a pedirle que nos regale su corazón a la diócesis de Santo Tomé".

Durante la celebración se instituyó a nuevos ministros extraordinarios de la Comunión, y se realizó un momento especial de consagración de toda la diócesis al Corazón Inmaculado de María.

Tras la Eucaristía, las comunidades compartieron un almuerzo fraterno, celebrando juntos como una gran familia diocesana y fortaleciendo los lazos de comunión bajo la mirada amorosa de la Virgen de Itatí.

Esta tercera edición de la peregrinación reafirma el camino de fe de la diócesis de Santo Tomé, que se reúne cada año para encontrarse con su Madre, renovar la esperanza y caminar unidos como Iglesia viva.+