Reconquista: cientos de jóvenes participaron de la Asamblea Diocesana de Pentecostés

La jornada fue acompañada por el lema "Él vive y te quiere vivo". El obispo local, Mons. Ángel Macín, invitó a los jóvenes a profundizar en el camino sinodal.

Cientos de jóvenes de las diversas comunidades de la diócesis de Reconquista participaron de la Asamblea Diocesana de Pentecostés, que se llevó a cabo el sábado 27 de mayo en el Club Social y Deportivo de Guadalupe Norte. 

En la jornada, que este año fue acompañada por el lema “Él vive y te quiere vivo”, los jóvenes compartieron momentos de oración y reflexión, al tiempo que agradecieron los dones recibidos, y reconocieron las fortalezas, virtudes y bondades con las que participan en el camino misionero emprendido por la diócesis.

Sobre el final de la jornada, el obispo local, monseñor Ángel José Macín, presidió la Eucaristía, que fue conceberada por algunos sacerdotes locales, y agradeció de un modo especial a los jóvenes que participaron de la jornada y a aquellos que contribuyeron en la organización del encuentro. 

En la homilía, el prelado compartió algunas reflexiones sobre la sinodalidad, “a partir de las palabras que califican el camino sinodal que estamos recorriendo: comunión, participación y misión”, señaló.

Con respecto a la palabra "comunión", monseñor Macín aseguró que “esta es nuestra verdad fundamental. La Iglesia tiene su origen, sus raíces y su meta en el Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Ya de una manera concreta, la segunda lectura nos recordaba hoy que los bautizados formamos un único cuerpo, aportando dones diversos para el bien común”.

“Es sumamente necesario que podamos siempre recordar esto, para no equivocarnos en la comprensión de lo que somos y estamos llamados a ser. La identidad de la Iglesia se puede iluminar utilizando muchas experiencias y figuras sociales, que describen aspectos de su ser. Pero nunca se puede reducir a su significante humano ocasional”, agregó.

Luego, se refirió al concepto de participación y destacó que “hoy, como ayer, les pedimos a los jóvenes que asuman un protagonismo fundamental, por la continuidad en la tarea evangelizadora, por la capacidad que el Espíritu les concede para interpretar los signos de estos tiempos, los códigos de esta cultura que tiene, simultáneamente, rasgos luminosos y oscuros al mismo tiempo, que necesitan ser fecundados por el Evangelio”.

“Dejemos de lado, también aquí, la infantil posición de quien se piensa superior o mejor que los demás. A la Iglesia la cuidamos y construimos entre todos. Nadie sobra, pero nadie es indispensable. Ni la indiferencia ni la perpetuidad son características de quienes se consideran humildes y sinceros miembros de la misma”, subrayó.

Por su parte, con respecto a la misión, el obispo de Reconquista manifestó que “ser una Iglesia en salida es una manera muy sencilla y profunda de hablar de la misión, expresión introducida por el Papa Francisco en nuestro lenguaje. Todo lo que decimos y lo que hacemos en torno a la sinodalidad no tiene otra finalidad que la misión. Esa misión se renueva permanentemente, con actitudes nuevas”, enfatizó.

Finalmente, el prelado invitó a los jóvenes a considerar “tres actitudes, tres verbos, indispensables para este tiempo, para el camino actual: cuidar, confiar y celebrar”.

En otro sentido, de la diócesis agradecieron a “todos los que participaron, a los que prepararon este evento, al Consejo Diocesano de Pastoral, a la Pastoral de Juventud, Pastoral Vocacional, Pastoral Misionera y Cáritas Diocesana, y a la querida comunidad de Guadalupe Norte, que prestó su atención y servicio para que nos sintiéramos en casa”.+