Viernes 22 de noviembre de 2024

Rechazan insultos e injurias de un diputado brasileño contra el Papa y los obispos

  • 19 de octubre, 2021
  • Brasilia (Brasil) (AICA)
"Las abominables agresiones proferidas por el diputado estatal revelan el odio incontrolado del parlamentario", se lee en el episcopado brasileño. El CELAM sumó su rechazo y condena.
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La Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB) rechazó enérgicamente “las abominables agresiones” proferidas por Frederico D’Avila, diputado del Estado de San Pablo, quien insultó a monseñor Orlando Brandes, arzobispo de Aparecida, y descargó una serie de afrentas a la Iglesia e incluso contra el Santo Padre.

En un comunicado la CNBB aseguró que “las abominables agresiones proferidas por el diputado estatal revelan el odio incontrolado del parlamentario”. La conferencia de Obispos pidió a la Asamblea Legislativa del Estado de San Pablo “adopte medidas internas, legales y reglamentarias eficaces para que esta indignante falta de respeto sea reparada en proporción a su gravedad”. Además, ratificaron “su respeto y afecto incondicional al Santo Padre, el papa Francisco, así como la solidaridad con los obispos del Brasil”.

Por tanto, esperan una pronta respuesta del presidente de la Asamblea Legislativa del Estado de San Pablo, Carlão Pignatari, para que exista “una postura ejemplar e inspiradora para todas las cámaras legislativas, órganos judiciales y otros segmentos para que la sociedad brasileña no sea sacrificada y no sea prisionera de mentes mediocres”.

En discurso bastante incendiario D’Avila insultó al arzobispo de Aparecida y a la Conferencia de Obispos del Brasil, calificándolos de “zafados, vagabundos y pedófilos”, mientras que se refirió al Santo Padre Francisco como “un sinvergüenza”.

El diputado por el Estado de San Pablo acusó al episcopado brasileño de ser “el principal promotor de la teología de la liberación y que usó el tema de la vacuna para hacer proselitismo político para convertir a las personas de bien a su ideología contra el bienestar y el consuelo de las almas de las personas, son unos vagabundos”.

Monseñor Walmor Oliveira, presidente de la CNBB, respondió que los obispos “nunca fueron cobardes ante las situaciones más difíciles, siempre cumplieron su misión digna de respeto por su relevancia religiosa, moral y social en la sociedad brasileña”. De igual modo, los obispos “nunca estuvieron de acuerdo con actitudes violentas de nadie. Nunca se dejaron intimidar”, por tanto, levantan su voz “ante un discurso mediocre y odioso, carente de lucidez, un modelo de postura política abominable que necesita ser extirpado y corregido judicialmente por el bien de la democracia brasileña”.

Defienden su postura con base en la doctrina social de la Iglesia, que “reclama siempre la libertad que le corresponde para pronunciar su juicio moral sobre las realidades sociales que así lo exijan como los derechos fundamentales de la persona, el bien común o la salvación humana”.

Condena categórica del Celam
A través de un mensaje firmado por la Presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), el organismo episcopal manifestó cercanía, solidaridad y apoyo al papa Francisco y al episcopado brasileño, ante los graves ataques y discursos de odio proferidos por el diputado Frederido D’Avila.

Al expresar públicamente su “solidaridad y respaldo irrestricto” a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil y plantarse con firmeza frente al “acto abominable e irracional” del político brasileño, el Celam “rechaza y condena categóricamente las agresiones e injurias del diputado D’Avila”.

De igual forma, los obispos latinoamericanos y caribeños elevaron su voz “para exigir a las autoridades competentes una ejemplar y pronta intervención para aplicar los correctivos legislativos y judiciales que corresponden en una sociedad democrática como la brasileña”.

Una Iglesia con talante profético
En su comunicado, el Celam destaca que “desde sus orígenes la CNBB se ha caracterizado por su talante profético, saliendo en defensa de la libertad y de la vida del pueblo brasileño, sin dejarse amedrentar ante las múltiples amenazas y tretas que intentaron silenciar su palabra y su misión pastoral”. No hay duda de su compromiso en favor de los más pobres y del cuidado de la casa común, que “le han conferido la credibilidad y la autoridad ética, moral, social y política de la que goza a nivel nacional e internacional, aferrándose al Evangelio, al magisterio del Sumo Pontífice y al magisterio de la Iglesia latinoamericana”.

“Hermanos, sigan adelante, con coraje”, alientan los obispos del Celam, invitando a los pastores brasileños a continuar “tendiendo puentes de amor y esperanza en el pueblo brasileño, anunciando el Evangelio de la vida y denunciando los atropellos contra la dignidad y los derechos fundamentales de las personas, afirmando la defensa de nuestra ‘casa común’”.+