Patriarcas y jefes de Iglesias piden "no más sanciones contra el pueblo sirio"

Los líderes religiosos en Siria hicieron este llamamiento a la ONU y a las naciones que desde hace años imponen sanciones y embargos económicos al país, calificándolas de "inicuas" ante la tragedia.

Siria devastada por el terremoto del pasado lunes 6 de febrero, “necesita iniciativas humanitarias urgentes y excepcionales para acudir en ayuda de las poblaciones desbordadas por estas catástrofes insostenibles”, es la petición imperativa proveniente de los Patriarcas y Jefes de las Iglesias y Comunidades Eclesiales residentes en Siria dirigida a la ONU y a las naciones que desde hace años imponen sanciones y embargos económicos a Siria dirigida por Bashar al Assad, pidiendo el cese inmediato de estas medidas calificadas de "inicuas".

La petición de los líderes cristianos está recogida en un comunicado, firmado -entre otros- por los patriarcas Ignatius Aphrem II, de Antioquía de los sirio-ortodoxos; Yohanna X, de Antioquía de los greco-ortodoxos y por Youssef I Absi, de Antioquía de los greco-católicos melquitas. “También hacemos un llamamiento” agrega el texto, fechado el martes 7 de febrero, “a las personas de buena conciencia de todo el mundo para que alcen su voz exigiendo que se ponga fin al sufrimiento del pueblo sirio y se permita a los ciudadanos sirios vivir con dignidad, tal y como establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos”.

El terremoto -señala el comunicado de los patriarcas y jefes de las Iglesias de Siria- destruyó lugares de culto, centros de salud y centros de asistencia social, lo que provocó un nuevo aumento del número de personas sin hogar y de desplazados internos, justo cuando el invierno es más duro.

En su declaración, los patriarcas y jefes de Iglesias aseguran oraciones por las víctimas del terremoto y sus familias, rezan por la curación de los heridos y por todos los que participan en las operaciones de socorro, y piden a los gobiernos, las instituciones internacionales y las organizaciones humanitarias que intervengan en ayuda del pueblo sirio prescindiendo de consideraciones y cálculos políticos.

Las sanciones y bloqueos económicos impuestos desde hace años por los países occidentales contra el gobierno de Damasco, introducidos ya en 2011, se vienen prorrogando cada cierto tiempo con la intención de provocar el colapso del sistema encabezado por el presidente Bashar al Assad. A lo largo de los años, en innumerables ocasiones, organismos eclesiásticos, Patriarcas y Obispos han criticado duramente estas disposiciones, que tienen graves consecuencias para la vida cotidiana de millones de sirios, pidiendo su suspensión o abolición.+