"Novena a la Cruz", recordando a Antonio Gil y los difuntos
- 28 de diciembre, 2012
- Goya (Corrientes) (AICA)
Entre las muchas expresiones de la fe popular, en la provincia de Corrientes sobresalen dos: la veneración a la Virgen de Itatí, patrona de la provincia y al "Gauchito Antonio Gil". Ésta se expresa concretamente en el lugar de su muerte, junto a su Cruz, y en las ermitas, fácilmente identificables por sus banderas rojas. Con el propósito de ayudar y orientar a los fieles en esta expresión de devoción popular, la Editorial Santa María publicó una "Novena a la Cruz", aprobada por el obispo de Goya, monseñor Ricardo Oscar Faiter, cuyos autores son los presbíteros Julián Gerónimo Zini, vicario episcopal para la Cultura, y Luis María Adis, vicario general del obispado.
Con el propósito de acompañar y orientar esta expresión de fe popular de los fieles de su diócesis, monseñor Ricardo Faifer, obispo de Goya, donde está el lugar de la Cruz del gauchito Gil, escribió en enero de 2012 una carta pastoral en la que entre otras cosas decía: "En la Cruz Gil es muy importante priorizar el espacio religioso? Bendigo a Dios por ese sentido casi innato de lo sagrado y de lo trascendente, de muchas personas que se acercan a ese lugar, porque manifiesta sed de Dios y un sentido de su paternidad, de su providencia y de su presencia amorosa y constante. Les recomiendo que no inventen ni exageren sobre lo que se sabe, ya que son muy pocos los datos históricos que tenemos sobre Antonio Gil, y es por tradición oral". Y concluía: "Les deseo que vivan una profunda experiencia religiosa, que riegue las raíces de su fe, fortalezca su esperanza y los haga buenos cristianos y mejores ciudadanos".
Novena a la Cruz
Ahora, la Editorial Santa María acaba de publicar en un folleto de más de 60 páginas la "Novena a la Cruz" (Recordando a Antonio Gil y a nuestros queridos difuntos), cuyos autores son los presbíteros Julián Gerónimo Zini, vicario episcopal para la Cultura, y Luis María Adis, vicario general del obispado.
El propio monseñor Faifer hace la presentación del opúsculo, en la que entre otras cosas dice: "Antes que nada, y porque la Cruz Gil es un lugar y un acontecimiento donde miles de bautizados van a rezar, deseo estar junto a ustedes, los acompaño y bendigo los esfuerzos y sacrificios que ustedes hacen para expresar su fe de esta manera. En esta devoción de algún modo, estamos continuando el culto que la tradición campesina tributó, desde antiguo, a sus fieles difuntos. Perduran ciertas expresiones de religiosidad que en su celebración incluyen la música, el baile, el rezo y el convite".
Y agrega: "También no se olviden de que cada vez que un cristiano se santigua haciendo la cruz sobre su cuerpo, o cuando toca la cruz tomando gracia, está profesando su fe en Jesucristo crucificado y resucitado. Él es nuestro Mediador supremo entre Dios y los hombres. Él murió ajusticiado en una cruz y está vivo porque resucitó de entre los muertos, como rezamos en el Credo. Por eso, cuando prendemos una vela, ya sea en el altarcito familiar, en el cementerio o en la Cruz Gil, estamos recordando a Jesús resucitado.
"Es oportuno advertir -añade- cómo espontáneamente muchos hermanos correntinos unen al recuerdo de la Cruz de Antonio Gil una sentida devoción a la Madre del Señor, en la imagen y advocación de nuestra tierna Madre de Itatí.
Y concluye: "Queremos asumir este difundido recuerdo de Antonio Gil y ayudar a su purificación y mejoramiento con la Palabra de Dios. Por todo esto, y como una ?ayuda pastoral? para nuestra fe y nuestra oración, les presento hoy esta Novena y apruebo su publicación".
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