Viernes 4 de octubre de 2024

"No tengan miedo de emprender nuevo caminos", animó el Papa a los Redentoristas

  • 1 de octubre, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Santo Padre recibió hoy a 140 redentoristas participantes en el Capítulo General de la congregación a los que alentó a perseverar en su misión.
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“No tengan miedo de emprender nuevos caminos, de dialogar con el mundo, a la luz de su rica tradición de teología moral”, invitó el Santo Padre a los participantes en el Capítulo General de la Congregación del Santísimo Redentor (Redentoristas), recibidos este sábado 1 de octubre en el Vaticano.

“No tengan miedo de ensuciarse las manos al servicio de los más necesitados y de las personas que no cuentan”, prosiguió Francisco en el texto entregado a los participantes: “En sus Constituciones hay una expresión muy hermosa, donde dice que los Redentoristas están disponibles a enfrentar cada prueba para llevar a todos la redención de Cristo. Disponibilidad. ¡No demos por sentada esta palabra! Significa entregarse enteramente a la misión, con todo el corazón, hasta las últimas consecuencias, con la mirada fija en Jesús”.

Los cinco temas centrales del Capítulo
El pontífice retomó los cinco puntos que están abordando en la reunión congregacional: la identidad, la misión, la vida consagrada, la formación y el gobierno. Francisco resaltó la importancia de ellos, “para repensar su carisma a la luz de los signos de los tiempos”.

“Este discernimiento comunitario está enraizado en la capacidad de cada uno de ustedes de buscar el misterio de Cristo Redentor, que es la razón de su consagración y de su servicio a los hombres que viven en las periferias existenciales de nuestra historia hoy”, afirmó.

“Está enraizado en la fecundidad del carisma alfonsiano, como la savia que alimenta la vida espiritual y la misión de cada uno y la hace florecer”.

El Papa invitó a los redentoristas a tener como único límite el Evangelio y el Magisterio de la Iglesia y tras animarlos a “no tener miedo de emprender nuevos caminos” se refirió al contexto que atraviesan en la actualidad. Francisco les dijo que tienen la oportunidad de renovarse para responder con fidelidad creativa a la misión de Cristo. Esta renovación, aclaró, pasa por un proceso de conversión del corazón y de la mente, de intensa metanoia, y también por un cambio de estructuras.

El Obispo de Roma reivindicó que “a veces hay que romper las viejas ánforas, heredadas de nuestras tradiciones, que llevaron tanta agua, pero que ya cumplieron su función”. No obstante, reconoció que “romper nuestras ánforas, llenas de afectos, de costumbres culturales, de historias, no es una tarea fácil, es dolorosa, pero es necesaria si queremos beber el agua nueva que sale del manantial del Espíritu Santo, fuente de toda renovación”.

La importancia de la renovación
En otra cita a las Constituciones, Francisco trajo a colación el punto 96, que establece que la Congregación, conservando siempre su propio carisma, debe adaptar sus estructuras e instituciones a las necesidades del ministerio apostólico y a las peculiares de cada misión. "Vino nuevo en odres nuevos. Una renovación que es incapaz de tocar y cambiar las estructuras y los corazones no conduce a un cambio real y duradero. Requiere una apertura para imaginar formas proféticas y carismáticas de seguimiento, vividas en patrones apropiados y quizás inéditos".

En este proceso de reimaginación y renovación, el Santo Padre les pidió no olvidar los tres pilares fundamentales: la centralidad del misterio de Cristo, la vida comunitaria y la oración. 

Augurios al nuevo gobierno general
Por último, el pontífice deseó humildad, unidad, sabiduría y discernimiento al nuevo gobierno general, recordando que "la obra es del Señor" y "nosotros solo somos siervos que hicimos lo que teníamos que hacer. Los que se apropian de la función de liderazgo por interés propio no sirven al Señor que lavó los pies de los discípulos, sino a los ídolos de la mundanidad y el egoísmo".

Francisco confió la Congregación a la protección de la Madre del Perpetuo Socorro, para que los acompañe siempre como acompañó a su Hijo al pie de la cruz. "No están solos, sean hijos amados y queridos. Pido al Señor que sean fieles y perseverantes en vuestra misión, sin olvidar nunca a los más pobres y abandonados a los que sirven, y a los que anuncian la Buena Noticia de la Redención".+