Niños porteños piden al "amigazo" de San José que los cuide

Fue durante la 35° Misa Arquidiocesana de Niños presidida por el cardenal Mario Poli en el frente de la parroquia San José del Talar y santuario de Nuestra Señora que Desata Los Nudos.

Un importante número de infantes participó el sábado 16 de octubre de la 35º Misa Arquidiocesana de Niños que presidió el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, en el frente de la parroquia San José del Talar y santuario Nuestra Señora que Desata Los Nudos, del barrio porteño de Villa Pueyrredón.

La tradicional iniciativa de la Vicaría de Niños volvió a ser presencial tras la virtualidad del año pasado por la pandemia y llevó por lema "¡José, cuidanos como cuidaste a Jesús!"

La Eucaristía fue concelebrada por monseñor Juan Carlos Ares, obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario episcopal de la Zona Devoto; y los presbíteros Sergio Iván Dornelles, Diego Gabriel Díaz, Matías Jurado, Alejandro Fabián Seijo, Francisco Pedro Cinieri y Damián José Reynoso.

La animación previa a la misa estuvo a cargo del Grupo Sagrada Teatro, que interpretó pasajes de la vida de San José, la Virgen María y el Niño Jesús, haciendo hincapié en los cuidados que prodigó San José a su familia, el pasaje de Jesús perdido en el templo y los sueños de José que lo llevaron a resolver situaciones difíciles de la vida del propio Jesús y María.

Durante la misa, los niños -acompañados por sus familias y catequistas- cantaron, aplaudieron, disfrutaron de lluvias de papelitos en el momento del Gloria, el Santo y al finalizar la celebración recibieron el envío misionero para lleven el mensaje de Jesús en sus barrios.

En la homilía, el cardenal Poli mantuvo un diálogo con los infantes junto al actor que representaba a San José, que relató distintas circunstancias que le tocó vivir junto a Jesús y María.

"¡Qué lindo tener un ángel de amigo que nos marque el camino como san José!", exclamó, y aseguró: "Dios le puso al ángel porque san José necesitaba cuidar a Jesús y a María. Y vaya si los cuidó toda la vida. Trabajó de sol a sol en la carpintería y, además, cuando Jesús cumplió 12 años seguro que lo tuvo de aprendiz porque Jesús trabajó con sus manos en la carpintería mucho tiempo, prácticamente hasta los 30 años".

"Fue un obrero de la carpintería. Hasta tal punto que a Jesús lo individualizaban así: ahí va el hijo del carpintero, tan consustanciado estaba con el oficio de su padre. Y José nunca dejó de cuidarlo. Porque Jesús lo puso a san José para cuidar a la Sagrada Familia", agregó.

El purpurado porteño aseguró que "san José nos cuida a cada uno de nosotros. Porque esa es su misión" y recordó que el Papa puso este año de San José para señalarnos que "tenemos un amigazo en san José providente, que siempre nos abre puertas en lo que pedimos"

"La beata Antula, que es la beata de los ejercicios, confiaba mucho en San José: siempre le pedía todos los 19 con una misa y ella dice en sus cartas que nunca San José le hizo faltar lo necesario para los ejercicios espirituales para los pobres y los presos", agregó.

"¡Cómo nos sigue cuidando San José! Y estoy seguro de que después de esta misa, si se lo pedimos, seguirá cuidando a cada uno de los chicos de la Argentina y del mundo", completó.

El cardenal Poli afirmó que le gustó mucho "ese lema que ustedes repitieron varias veces y que espero yo repetirlo igual: «¡Cuidanos, san José, como cuidaste…», a los que los niños completaron: "…a Jesús!"

"Me parece que se escucha más en el cielo lo que yo digo que lo que dicen ustedes… Un poquito más de gas, ¿a ver? ¡Cuidanos, san José, como cuidaste a…", pidió, y respondieron: "...Jesús!"

"Entonces, el Papa estará muy contento que en este año todos vamos a llevar a san José en nuestro corazón, como un amigo de cielo que nos acompaña en el camino de la vida", concluyó.

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