Jueves 28 de marzo de 2024

Mons. Scozzina llamó a los nuevos sacerdotes a identificarse con Cristo servidor

  • 19 de diciembre, 2018
  • San Ramón de la Nueva Orán (Salta) (AICA)
El obispo de Orán, monseñor Luis Antonio Scozzina OFM, ordenó sacerdotes a Rodrigo Maximiliano Barreto, Mario Augusto Giménez Gauto, Ricardo Fabián Laferrara y Fernando Rafael Soruco, durante una celebración eucarística que tuvo lugar el viernes 14 de diciembre en la catedral San Ramón Nonato.
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En una celebración eucarística presidida por el obispo de Orán, monseñor Luis Antonio Scozzina OFM, fueron ordenados sacerdotes los diáconos Rodrigo Maximiliano Barreto, Mario Augusto Giménez Gauto, Ricardo Fabián Laferrara y Fernando Rafael Soruco, los tres últimos pertenecientes a la comunidad Hogares Nuevos.

La Eucaristía fue concelebrada por el padre Ricardo Facci, servidor general de los sacerdotes Misioneros de la Familia y por un gran número de sacerdotes de la diócesis oranense.

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En su homilía, el obispo expresó: "Esta familia diocesana hoy tiene la gracia de consagrar en el orden presbiteral a estos hermanos. Jesús nos recuerda en el Evangelio que acabamos de proclamar, que podemos estar viviendo en la vida sin percibir, sin descubrir los signos de la presencia de Dios".

"Celebrar el tiempo del advenimiento, del Adviento, es hacer presente al Dios que nos acompaña en la vida, al Dios que nos va acompañando en nuestras distintas circunstancias, momentos, realidades cotidianas que vivimos. El Dios con nosotros solamente se percibe cuando en la vida tenemos la mirada de la fe", señaló.
"La mirada de la fe no es simplemente decir sí, yo creo en Dios. La mirada de la fe es la que es capaz de descubrir el don de Dios en nuestra vida, en lo cotidiano, en nuestras familias, en lo que nos acontece", explicó.

"Por eso, hoy los invitaría a ustedes, queridos hermanos que van a consagrarse, a hacer memoria del don de Dios. Ustedes hoy están aquí porque el Señor los llamó para esta unción, pero esta unción y este llamado se fue manifestando en los dones que ustedes recibieron, en primer lugar de su propia familia, porque es ahí donde Dios siembra. Es ahí donde Dios va sembrando una semilla, que después, en el tiempo, va creciendo, acompañada de otras personas que se convierten en don para ustedes", continuó.

Dirigiéndose a los hermanos de la comunidad de Hogares Nuevos, consideró que ellos "tienen un don específico, dado por el propio don carismático, donde cada familia que sale al encuentro es un don, es un regalo de Dios". Del mismo modo, añadió, lo es en la vida de un presbítero diocesano cada comunidad. "No es simplemente el lugar donde yo voy a prestar servicio. Ante todo la comunidad es un don, y un don que debemos acoger, que debemos recibir, que debemos abrazar, porque si no, no lo podemos servir. Aquel que no recibe el don cree que es el dueño del otro. Esta es la lógica distinta del Evangelio de Jesús. Cuando entramos en la lógica del don, todo lo que recibimos: cada encuentro, cada persona, cada comunidad, cada familia es un don".



Finalmente, llamó a los nuevos sacerdotes a "ser pastores que sepan escuchar el clamor de un pueblo, de tantas realidades de dolor con las cuales se van a cruzar cotidianamente. Para eso, hermanos, van a tener que saber cargar con el dolor del hermano, sin la pretensión que muchas veces tenemos, de liberar al otro del dolor", advirtió. "El único que salva es Jesús", recordó.

"Yo los invito a que gocen de este nuevo don que el Señor les regala, es totalmente gratuito. No es por mérito propio, es porque el Señor los llamó, es porque el Señor los fue llevando, por eso sepan dar gracias a Dios haciendo esa memoria agradecida de todos aquellos que fueron mediación del amor misericordioso del Señor. Sepan tener a María como la Madre que nos acompaña, que nos escucha, sobre todo en los momentos de soledad. Que les dé la capacidad de salir de ustedes mismos para escuchar la voz de su Hijo", concluyó.

Durante el fin de semana, los neopresbíteros celebraron sus primeras misas. El sábado lo hicieron Rodrigo Barreto y Mario Gauto en el monasterio Nuestra Señora del Valle y en la capilla Justo Juez, respectivamente.

El domingo celebraron los sacerdotes Ricardo Laferrara y Fernando Soruco, en la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús.+