Mons. Sánchez: 'Somos sacerdotes, hombres de esperanza'
- 18 de abril, 2025
- San Miguel de Tucumán (AICA)
Durante la Misa Crismal de Jueves Santo, el arzobispo de Tucumán exhortó a los presbíteros a renovar su vocación como "misioneros de esperanza", animándolos a vivir con ardor pastoral.

El clero de Tucumán se congregó este Jueves Santo en el santuario basílica Nuestra Señora de la Merced, en donde tuvieron una celebración Penitencial impartiéndose unos a otros el sacramento de la reconciliación. Luego partieron en peregrinación junto a la Virgen de la Merced rumbo a la catedral Nuestra Señora de la Encarnación, en donde celebraron la Misa Crismal.
Allí renovaron sus promesas sacerdotales en una emotiva liturgia presidida por el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez y concelebrada por el obispo auxiliar, monseñor Roberto Ferrari, el arzobispo emérito de Concepción, monseñor Armando Rossi OP y el cardenal Luis Villalba, arzobispo emérito de Tucumán.
Durante la celebración, monseñor Sánchez bendijo los óleos y consagró el santo crisma que será utilizado a lo largo del año en los sacramentos del Bautismo, Confirmación, Orden Sacerdotal y Unción de los Enfermos. En su homilía, exhortó a los sacerdotes a ser "misioneros de esperanza" en un mundo herido, anunciando la Buena Noticia en las periferias del dolor y de la necesidad.
"Somos sacerdotes, peregrinos de esperanza en un pueblo sacerdotal", expresó el arzobispo, animando a los presbíteros a renovar cada día su vocación en el encuentro con Jesús y a fortalecer la fraternidad presbiteral como signo de comunión y alegría para el pueblo de Dios.
El Jubileo también fue ocasión para dar gracias por la vida y el servicio de tres sacerdotes: los presbíteros Andrés Mancera y José Antonio Berengel, quienes celebran 50 años de ministerio, y el presbítero Ricardo Acevedo, por sus 25 años. Se pidió especialmente por la salud del padre Mancera.
El mensaje de monseñor Sánchez también incluyó un gesto de apertura misionera: anunció que algunos sacerdotes de la arquidiócesis podrían colaborar por un tiempo en otras diócesis del país que han solicitado ayuda pastoral. Asimismo, pidió rezar con fervor por los seminaristas y nuevas vocaciones.
El arzobispo alentó a los presbíteros a sostener y animar pastorales de escucha, salud, duelo, adicciones y carcelaria, entre otras, con un corazón dispuesto a servir en comunión con laicos y consagrados. "La esperanza no defrauda", aseguró, invitando a mirar el sacerdocio como un camino de alegría, paciencia y perseverancia, sostenido por la Eucaristía, fuente y culmen de la vida cristiana.+