Mons. Rossi: 'La manifestación más alta del amor es el perdón'

El arzobispo de Córdoba instó a perdonar al prójimo, lo cual sigue siendo una exigencia evangélica y lo que más nos asemeja al Señor. Resaltó al respecto que Dios enseñó el camino de la compasión.

El arzobispo de Córdoba, cardenal electo Ángel Rossi SJ, reflexionó sobre el Evangelio del domingo y resaltó que “lo que nos perdona el Señor tiene esta desproporción tremenda”, que está indicando lo que es la misericordia del Señor con nosotros.

“La medida de nuestro perdón siempre será muy chiquita y mínima frente a lo que el Señor se llevó a la cruz y nos perdonó”, indicó, citando al cura Brochero cuando decía: “Todavía tenía yo algunas deudas con el Señor, pero el Señor desde la cruz rompió los papeles, y nadie cobra de boca”.

En ese sentido, sostuvo que “la manifestación más alta del amor es el perdón, y lo que más nos asemeja a nosotros al Señor es perdonar”.

También aseguró que “no hay perdón sin tiempo y no hay perdón sin lágrimas”, e invitó a preguntarse qué pasaría en un mundo sin perdón. Al respecto, manifestó que “un mundo sin perdón cae en el resentimiento y está condenado a perpetuar el daño sufrido”.

“El que no perdona no vive el momento presente y además bloquea el futuro, queda anclado en el pasado. El recuerdo de la herida exacerba el sufrimiento”, expresó.

Por otro lado, señaló que el no perdón muchas veces lleva a la venganza, y que “solo el perdón rompe esta relación en cadena de tener los gestos repetitivos de la venganza”. Sobre este punto, añadió que “la venganza es el gesto más miserable de los mediocres”.

A su vez, se refirió con tristeza a la actual situación política de la Argentina y reprochó a aquellos que “pisotean al otro en vez de proponer salidas para nuestro pueblo”. “La Argentina ha perdido la política grande y ha pasado a predominar la politiquería barata”, sostuvo al respecto.

Luego de referirse a “las falsas concepciones de perdón”, el arzobispo de Córdoba concluyó asegurando que “hace falta en esto un corazón maternal”, y animó a pedirle un corazón así a la Virgen María.+