Mons. Radrizzani en Luján: "Tenemos una Madre que nos cobija y acompaña"

Ayer, miércoles 8 de mayo, se celebró la solemnidad de Nuestra Señora de Luján, patrona de la Argentina, conmemorando el 132º aniversario de la coronación de la Virgen. El santuario nacional hizo sus festejos en presencia de una gran multitud de fieles que acudieron desde las primeras horas de la mañana. El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani SDB, presidió la misa central de las 15.

El santuario nacional de Nuestra Señora de Luján, celebró ayer, miércoles 8 de mayo, la solemnidad de la Virgen patrona de la Argentina, ante una gran multitud de fieles que acudieron desde las primeras horas de la mañana.

En el 132º aniversario de la coronación de la Virgen, el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani SDB, presidió la procesión con la imagen de la Virgen, que comenzó a las 14, seguida de la misa central en el interior del templo.

Durante su homilía, el prelado hizo un repaso por los principales acontecimientos de la vida de la Virgen, y los asemejó con la vida cotidiana de cada uno, a partir de la figura de María como Madre y modelo de la Iglesia, que se presentó en el Concilio Vaticano II.

Al comenzar, mencionó la Anunciación, en la que "María no sabía de la gracia de parte de Dios" y, sin embargo, respondió al Ángel: "Hágase en mí según tu palabra". "También nosotros hemos recibido esa novedad por el santo bautismo para nuestra vida: ser hijos de Dios", recordó el arzobispo de Mercedes-Luján.

Luego monseñor Radrizzani recordó la visita de María a Isabel: "Cuando se entera que su prima espera un niño, acude sin demora en su ayuda. En la medida en que tratemos de ayudar a aquellos que nos rodean, también nosotros estamos viviendo el don de la caridad", señaló.

Al referirse al pesebre de Belén donde Jesús nació, citó la figura de José, quien "al no encontrar un lugar adecuado para la Virgen, la acompaña a una gruta donde nace Jesús". Entonces, el prelado mencionó: "Si nosotros amamos al prójimo y recibimos el amor del hermano, allí nace Jesús y hace nuestras todas las cosas".

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"María vivió en Nazaret como ama de casa, cuidando a Jesús y a José", prosiguió. Y en este sentido, subrayó: "Nosotros, en nuestra vida, en nuestro trabajo, somos servidores de quien nos rodea. En esta disponibilidad, somos imitadores de la santísima Virgen".

Sobre la vida pública de Jesús, evocó una María que "supo de los milagros y de los consejos de Jesús", y que "pudo escuchar aquella frase de alabanza de su persona: ?Feliz el vientre que te llevó y los pechos que te alimentaron?. Y Jesús dijo: ?Felices más bien los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica?, por eso nosotros queremos vivir el Evangelio, y tratar de cumplirlo con todas sus consecuencias", destacó.



Al mencionar el calvario del Señor, el arzobispo de Mercedes-Luján recordó cuando Jesús se dirige a María como Madre diciendo: "Aquí tienes a tu hijo; aquí tienes a tu madre". "De ahí en más, vivimos con la conciencia plena de que tenemos una Madre que nos cobija y nos acompaña siempre sobre todo en los momentos de dolor", aseguró el prelado.

"Si nosotros vivimos la caridad en los momentos de cruz, eso nos ayuda a la santificación", dijo luego, citando al papa Francisco. Y, sobre el final, comentó que María concluye su vida terrena y comienza a vivir en la Santísima Trinidad: "El cielo ha sido siempre el sueño de los santos: estar con Dios y en Dios para siempre. Al final de la vida, no hay que atemorizarse, sino llenarse de esperanza, porque estaremos para siempre con aquel que nos amó", concluyó.

Más información y fotos disponibles en la página de Facebook, y en el sitio web https://www.basilicadelujan.org.ar/.+