Viernes 26 de abril de 2024

Mons. Polti pidió el auxilio de María para aceptar la voluntad de Dios en nuestras vidas

  • 27 de mayo, 2013
  • Santiago del Estero (AICA)
El obispo de Santiago del Estero, monseñor Francisco Polti, presidió el viernes 24 la misa central por el día de la Virgen María bajo su advocación de Auxilio de los Cristianos. Rescató las "sencillas palabras" de María y apreció su "afectuosa solicitud" y "atención maternal" por los hombres. También invitó a los presentes a pedir, por intercesión de María Auxiliadora, que Jesús toque la vida de todos y convierta el "agua insípida" en "vino sabroso", de modo que la vida familiar se recubra de amor fiel y sin condiciones.
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El obispo de Santiago del Estero, monseñor Francisco Polti, presidió el viernes 24 la misa central por el día de la Virgen María bajo su advocación de Auxilio de los Cristianos, en la parroquia que en honor a la Madre se levanta en la intersección de las calles Lituania y Japón, del barrio Los Inmigrantes.

El obispo meditó en su homilía sobre el pasaje del evangelio propuesto por la liturgia, en el que se relata la conversión del agua en vino en las bodas de Caná, el primer prodigio de la vida pública de Jesús, realizado por mediación de María.

Monseñor Polti rescató las "sencillas palabras" de María y apreció su "afectuosa solicitud" y "atención maternal" por los hombres, ejemplificado en los invitados a aquella fiesta, y la confianza depositada en Dios, ya que ?observó- María deja todo en manos de Dios al hacer notar la falta de vino y también al decir: "Hagan lo que Él les diga".

"Y así nos enseña a rezar nuestra Madre: a no tratar de imponer a Dios nuestra voluntad y nuestros deseos, por muy importantes que nos parezcan, sino presentárselos a El y dejar que Él decida lo que quiera hacer. Debemos aprender a tener humildad y generosidad para aceptar la voluntad de Dios, confiando en Él, convencidos de que su respuesta, sea cual sea, será la mejor para nosotros", explicó.

El prelado invitó a los presentes a pedir, por intercesión de María Auxiliadora, que Jesús toque la vida de todos y convierta el "agua insípida" en "vino sabroso", de modo que la vida familiar se recubra de amor fiel y sin condiciones.

Monseñor Polti concluyó diciendo: "Todo eso sí que es milagro; sí que es vivir en el amor y en la verdad; sí que es llenar las tinajas de la vida y que el agua de nuestra existencia, tantas veces monótona e insípida, se convierta en el vino nuevo guardado hasta ahora. Que María, la que ?estaba allí?, esté hoy con nosotros, y nos diga al corazón: «Hagan lo que Él les diga»".+

Texto completo de la homilía